El problema de Honda se llama Magneti Marelli
Diego de Arístegui
Toca pensar en el gélido, aburrido y largo invierno hasta que volvamos a escuchar el rugir de los motores de las MotoGP. Ese canto celestial supondrá que el inicio de la temporada 2016 está más cerca. Hasta entonces, hemos podido seguir los tests de pretemporada antes de echar el cierre navideño, extrayendo importantes conclusiones como que el problema de Honda se llama Magneti Marelli.
Todos los equipos tienen mucho trabajo por delante, sobre todo teniendo en cuenta que los Michelin no ofrecen demasiada ayuda en estos primeros ensayos, pero lo que sucede en el box de HRC es un poco diferente al resto tras lo que pudimos ver en el Circuito de Jerez la semana pasada. Los problemas de Márquez y Pedrosa, dejando de lado a las gomas, están en la nueva centralita de Magneti Marelli, a la que les está costando adaptarse más de la cuenta.
Una muestra de ello son las declaraciones de ambos pilotos. "En cualquier caso, debemos trabajar en la electrónica para encontrar el mejor equilibrio. En este momento tenemos mucha información pero no está claro cuál es el mejor ajuste", señalaba Pedrosa, que tras el último día se vio incluso superado por la Ducati GP14.2 de Héctor Barberá, una moto en inferioridad de facultades a priori. Por su parte, Márquez explicaba que "necesitamos mucho tiempo para estudiar la nueva electrónica y esto alarga el tiempo que estamos en el box; aún estamos lejos de conseguir la mejor configuración del software".
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El de Cervera, que consiguió un tiempo casi un segundo más rápido que el de Pedrosa, tuvo que ver cómo la Ducati GP15 de Scott Redding quedaba por delante de él en la tabla de tiempos, dejando ver que los débiles, gracias a la ayuda de Michelin y Magneti Marelli, podrían estar más cerca en 2016. Lógicamente el margen de mejora que le queda a los equipos oficiales es grande, pero no deja de sorprender cómo un piloto como Redding, con una moto del año pasado, doblega en el crono a un tío tan fiable como Márquez.
Tras las pruebas en Valencia, todos los pilotos Factory explicaron que la nueva centralita era uno o dos pasos hacia atrás. Esa diferencia puede ser fundamental para que las distancias terminen por reducirse. El propio Héctor Barberá se mostraba sorprendido en Jerez cuando dijo que a nivel de ritmo sólo estaba medio segundo de Márquez.
En definitiva, parece que los nuevos neumáticos Michelin no son el único problema que ha quitado el sueño a los oficiales en estos primeros pasos de la pretemporada, si no la centralita Magneti Marelli. Habrá que estar muy atentos a las evoluciones que veamos en los primeros test oficiales IRTA en el Circuito de Sepang a principios del mes de febrero, donde a lo mejor nos llevamos alguna que otra sorpresa, o por el contrario esta locura sólo es flor de un día.
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