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Mi inolvidable experiencia en las 24 Horas de Le Mans 2023, una carrera centenaria

24 Horas Le Mans 2023
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Otro 'check' como aficionado al motor...

“¿Qué ocurre por ahí?” Me pregunta el conductor del transfer que me lleva de París a Le Mans al ver tanta gente en la calle de la ciudad de Sarthe. Obviamente, estoy seguro de que se trata de una broma. Pero la pregunta es sincera. Me parece tan sorprendentemente que no sepa qué es y cuándo se celebran las 24 Horas de Le Mans, carrera que, si no es la más peligrosa -quizá ese adjetivo lo merezca más del Dakar-, sí es, sin lugar a dudas, la más mítica e icónica de la historia del automovilismo. Por cierto, se celebra en su país.

24 horas le mans 2023

Es la segunda vez que estoy en la capital del departamento francés, pero, igualmente, me viene a la cabeza la imagen de la película Le Mans, en concreto la que Steve McQueen llega conduciendo un inmaculado Porsche 911S con matrícula SB 2795. A diferencia de esa escena del largometraje, la ciudad y comuna gala está a rebosar. No me extraña, es su semana, la semana grande del año, donde los locales celebran -y hacen negocio- y los forasteros ayudan a celebrar.

Casi todo tiene aroma a la carrera de resistencia. También el nombre de los comercios y los hoteles. Incluso las láminas y cuadros que decoran estas hospederías, en los que, por ejemplo, la paleta del pintor es sustituida por un casco de competición. 

cuadro 24 horas le mans

La llegada al circuito es especial. Se vive; se palpa. Unos van sin camiseta; otros, sin rumbo. La gran mayoría son aficionados al motor, pero otros, a ese ambiente y esa atmósfera tan propia que se crea. 

 

Vivir unas 24 Horas de Le Mans es algo único, y la organización ha conseguido que en su centenario lo sea aún más. Primero, reuniendo casi todos los ganadores de su extensa historia e impregnando de olor a gasolina los trece kilómetros del trazado. Segundo, consiguiendo que cuatro marcas tan punteras como Porsche, Ferrari, Cadillac y Peugeot quieran batirse el cobre de nuevo en ella y plantar cara a Toyota, que ha sido el emperador de la cita francesa en estos últimos cinco años y, claramente, el objetivo a derrocar.

24 horas le mans 2023

Antes de la salida, pasear por el grid con los coches en la pista, es una experiencia casi religiosa. No por los sentimientos, sino por la cantidad de gente que este año se agolpa en ella, aparentando una procesión de Semana Santa. Claro que, a diferencia de la tradición española, en la francesa puedes encontrar un grupo de simpáticas señoritas bailando cancán o a unas brasileñas moviéndose a ritmo de samba.

Disfrutas viendo pasar a toda velocidad los cazas franceses, dejando la estela con la bandera tricolor en el cielo; también, oyendo su ensordecedor sonido, que retumba en las tribunas de la recta principal. 

Una ardilla tuvo la culpa de la derrota de Toyota en Le Mans

Y, por supuesto, lo que consigue que se le aceleren las pulsaciones a un aficionado al motor como el que te escribe es el momento en el que los propulsores de los vehículos rugen en los primeros metros de la carrera, cuando el motor se revoluciona y los bólidos parecen cazas de colores vivos volando muy bajo, volando por el asfalto. 

24 horas le mans 2023

Las horas pasan, y las opciones de victoria de algunos coches, también. Accidentes o fallos mecánicos son los que estropean meses de trabajo. Pero esto es una labor de equipo. Por ello, si un piloto pierde, también pierden sus dos compañeros. Y si uno gana, también lo hacen sus compinches.

Llegan las 21.00h. La luna, que ilumina el trazado, hace esconderse al sol. Y con este acto de victoria, las luces comienzan a hacerse notar. Pero el protagonismo se lo sigue llevando el ruido. Da igual la categoría, la cilindrada, los caballos o de si se trata de un coche híbrido o de uno tirado únicamente por un bloque de combustión. Es complicado de explicar, pero ese sonido es el peine que eriza el vello.

Esa lucha titánica de horas no tiene descanso. Ni para el piloto, ni para los mecánicos, ni para los oficiales del circuito. Y mucho menos para los discos de freno, que también se les ilumina la cara debido a la temperatura que cogen y que no deberían estar nunca por debajo de los 350 grados centígrados para evitar su vitrificación.

24 horas le mans

Es difícil de comprender cómo, con todos los agentes existentes, ya sean internos o externos, discurridas 19 horas y con 258 giros dados a un recorrido de trece kilómetros, los dos coches que van en cabeza, el Toyota y el Ferrari, son separados por tan solo cuatro décimas. ¡Cuatro décimas! Es lo bonito de la competición.

 

Pero también hay un lado 'feo' para el aficionado de una escudería, pero sobre todo para los integrantes del propio equipo: que a dos horas del final, por un despiste de su piloto, se pierde toda opción de victoria. No era el fin de semana de Ryō Hirakawa, quien en un stint previo atropelló a una ardilla. 

Es un deporte, y por ello, algunas veces se gana y otras se pierde. Y como dijo Brandon Hartley: "Subimos a Ryo y dijimos ‘escucha, arriesga todo, ataque total’, queremos ganar la carrera’ y él tuvo un pequeño accidente, esas cosas suceden, y pudo habernos sucedido a cualquiera de nosotros, y le pasó a muchos otros a lo largo de las 24 horas". Este es el espíritu de Le Mans.

Se dice que en las 24 Horas de Le Mans gana el que quiere el circuito, y en la edición del centenario lo ha hecho una de las marcas con más historia en esta competición: Ferrari. La firma italiana vuelve a estar en lo más alto después de 50 ausente y de 54 sin ser la más rápida en Sarthe. Si lo ha decidido así el trazado, será porque lo ha merecido. Enhorabuena. 

24 horas le mans 2023

Foto destacada: © Rolex/Stephan Cooper

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