Coche de suscripción o coche de renting, estas son las cinco grandes diferencias

En los últimos años, han surgido nuevos métodos de compra de un vehículo nuevo. Eso de pagar al contado o financiar cada vez convive más con nuevas fórmulas más flexibles, como el leasing, el renting y, más recientemente, la suscripción. Hoy queremos centrarnos en el coche de suscripción y el coche de renting y vamos a buscar las cinco grandes diferencias.

El término renting lleva ya varios años en boca de la gente y prácticamente podemos decir que estamos familiarizados con él. Básicamente consiste en un servicio de alquiler de un coche durante un tiempo determinado, con una cuota fija que incluye una serie de servicios, como mantenimiento, seguro a todo riesgo, cambio de neumáticos (no siempre), etc. 

En cambio, la suscripción es un concepto más novedoso que relacionamos con algunas marcas de coches eléctricos. En los últimos años, han surgido empresas como Wabi, que se han especializado en la compra de coches por suscripción. Otras, como Sixt, están especializadas en el alquiler de vehículos. 

En realidad, tanto el coche de suscripción como el coche de renting tienen algunas cosas en común, como no pagar una entrada, tener una cuota fija o poder cambiar de vehículo, y suponen una alternativa, por ejemplo, a los coches de segunda mano. 

Pero también existen diferencias que pueden convertir en más interesante una u otra opción, dependiendo de las necesidades del usuario. Vamos a verlas

Particulares vs empresas

La primera gran diferencia entre coche de suscripción y coche de renting es que el primero va dirigido a particulares, mientras que el segundo está pensado para empresas y autónomos. 

La suscripción está pensada, más bien, para momentos puntuales y esto tiene que ver con la duración del contrato, que trataremos en el siguiente punto. Por ejemplo, hay momentos en la vida en las que puede surgir una necesidad y es preciso un coche nuevo. 

O, ante la incertidumbre actual, en términos económicos y laborales, es más difícil tomar un compromiso a largo plazo. Todo esto hace que el método de la suscripción sea más ventajoso para particulares. En cambio, las empresas no tienen tantos problemas para adoptar soluciones a más largo plazo.

Duración del contrato 

Otra gran diferencia entre la suscripción y el renting es el contrato. En el método por suscripción, el contrato suele tener una duración de meses, normalmente, de tres a seis meses. En realidad, funcionan como un alquiler, pero más largo de lo habitual. 

En cambio, en la modalidad de renting, los contratos tienen una duración que oscilan entre los 24 y 60 meses, es decir, entre dos y cinco años. Pasado ese tiempo, el cliente puede suscribir otro contrato por un nuevo vehículo. 

Penalización 

Esta es una diferencia importante: en la suscripción, el cliente puede cancelar tranquilamente el contrato si en algún momento desaparece la necesidad que le llevó a firmarlo, sin necesidad de pagar ninguna penalización. El cliente puede disfrutar del coche mes a mes y cancelarlo siempre que quiera. 

En cambio, en el renting el contrato se debe cumplir en la totalidad de los meses fijados y, si se quiere cancelar antes, hay que afrontar una penalización. Esta es otra de las razones que explican por qué el renting es más ventajoso para empresas.

Precio y beneficios fiscales

Una de las principales ventajas del renting, además de la facilidad para tener un coche nuevo, son sus beneficios fiscales. Tanto autónomos como empresas pueden deducirse el 100% de la cuota del renting en el IRPF y el impuesto de sociedades. 

Normalmente, se puede deducir el 50% y, si se prueba que el uso del vehículo es exclusivamente laboral, hasta el 100%. Sin embargo, el modelo por suscripción no contempla ningún tipo de beneficio fiscal. 

Por otro lado, el precio de las cuotas de renting suele ser más bajo que en la suscripción, principalmente, porque el contrato suele tener una mayor duración.

Cambio de coche

Por último, la última gran diferencia entre suscripción y renting está en el cambio de coche. O, mejor dicho, qué facilidad admite un método u otro para cambiar de vehículo. La suscripción permite cambiar de coche cuando el cliente lo necesite. Previo pago de una pequeña tasa o de manera gratuita, según la compañía. 

Por el contrario, el renting solo admite cambiar de vehículo una vez finalice la duración del contrato, nunca antes. A no ser que el coche presente algún tipo de desperfecto.