Así camuflan las marcas sus coches

Cuando las marcas de coches están preparando un nuevo modelo, éste se convierte en el secreto mejor guardado. Si la competencia descubre algunos detalles puede reaccionar y preparar una contraofensiva. Es entonces cuando entra en escena el noble arte de ocultar los vehículos: BMW ha abierto las puertas a AUTO BILD para descubrir cómo se camuflan los coches.

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El taller donde la marca bávara camufla sus futuros modelos es una de sus dependencias más secretas. Incluso dentro de BMW, sólo unos pocos conocen dónde se encuentra exactamente este Centro de Investigación e Innovación más allá de saber que está en la sede ubicada en el norte de Múnich. De la mano de David Ferrufino, ingeniero de la casa, descubrimos cómo se trabaja en la sección de camuflaje a través de un ejemplo: el BMW i4 que, actualmente, se está desarrollando junto a las nuevas variantes de combustión del BMW Serie 4.

Cuando un coche nuevo va a salir al mercado, el valor de sus prototipos es de millones y los fabricantes de coches cuentan con profesionales especializados en su camuflaje. En el caso de BMW cuando no se hacen virtualmente, muchos de los test se llevan a cabo en los protegidos centros de pruebas de Aschheim (Alemania), Arjeplog (Suecia) o Miramas (Francia). Eso sí, no todas las pruebas se hacen de esta manera: hay que salir a la carretera y aquí es donde entra en juego el camuflaje.

Una tesis doctoral

El Área W08 se esconde detrás de una puerta que se abre después de una pequeña llamada. Las lámparas LED del techo iluminan cada puesto de trabajo y dos técnicos subidos a un par de elevadores trabajan sobre un vehículo oscuro que apenas se distingue: sólo se aprecian las dimensiones de un coche de tamaño medio. Podría ser el nuevo Serie 4 por la suave curva de la parte trasera y teniendo en cuenta que, de cerca, se aprecian dos puertas a cada lado es posible que se trate del Gran Coupé.

Marinko Petrusic, experto en camuflaje, acaba de pegar un trozo de una lámina oscura en el techo para, después, instalar un elemento de revestimiento en el Pilar C del lateral derecho que se supone hará que los contornos sean todavía más irreconocibles. El patrón confuso del prototipo no es producto de la casualidad: este tipo de camuflaje nació hace trece años como resultado de una tesis doctoral y, desde entonces, ha seguido desarrollándose y optimizándose.

20 elementos por coche

La razón principal de camuflar un coche es que se vea la menor cantidad posible de detalles: cómo se camufla o cómo se colocan cada uno de los elementos es, de hecho, menos relevante que el dibujo que siguen estas láminas. Aplicar estos vinilos es una ciencia en sí misma: “Se necesitan dos personas y alrededor de un día entero para camuflar todo el coche de cara a las pruebas de conducción. Para ello, algunas piezas también se atornillan”, explica Ferrufino.

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Se colocan alrededor de 20 elementos por coche, aunque esta cifra depende del modelo. Para decorar los prototipos se emplean piezas de plástico ABS de tres milímetros de espesor, que están hechas a mano: “Estas carcasas hacen que el coche sea diez kilos más pesado. A pesar de ello, tiene un impacto mínimo en las pruebas dinámicas, lo cual es muy importante para los desarrolladores”, explica el ingeniero Thomas Nock.

Si te fijas con atención los dos tubos de escape son pegatinas y el supuesto BMW Serie 4 Gran Coupé ha resultado ser el BMW i4, algo que se adivina gracias a la pegatina que hay la puerta y en la parte trasera: pone “coche eléctrico”. Cuando esté listo, el prototipo saldrá a las calles camuflado y resultará imposible reconocerlo mientras rueda durante miles de kilómetros hasta que esté listo para ser producido en serie.