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30 años de los Seat olímpicos que participaron en los Juegos de Barcelona 92

30 años de los Seat olímpicos en los JJOO de Barcelona 92

Coches para los medallistas, ediciones especiales, regalos... ¡y hasta un Toledo eléctrico! Repasamos la participación de Seat en Barcelona 92, "los mejores Juegos Olímpicos de la historia", según el COI.

Albergar una cita internacional como los JJOO supone para la ciudad anfitriona (y para todo el país) mucho más que una gran fiesta del deporte: imagen, publicidad, proyección mundial, inversiones, instalaciones e infraestructuras, turismo... ¿Y para sus coches oficiales? Se cumplen 30 años de los Seat olímpicos que participaron en los Juegos de Barcelona 92. ¿Te acuerdas? 

Todo el mundo sabe que mientras se descorcha con una mano el champán por la elección (o, en este caso, el cava), con la otra hay que ponerse manos a la obra y casi, casi al 'sprint', porque empieza una auténtica lucha contra el crono con la única y casi obsesiva meta de que todo esté a punto y a tiempo para estar a la altura en el gran acontecimiento. 

¿Y de qué manera puede participar una firma automovilística en algo semejante? Como única marca española -que diseñaba, proyectaba y vendía en nuestro país y, concretamente, en Martorell-, Seat decidió involucrarse de manera especial en la aventura desde el mismo momento en que el Comité Olímpico Internacional (COI) eligió a la Ciudad Condal como sede para los Juegos de 1992. 

Así que cuatro años antes de que un arquero disparara una flecha para encender la llama del pebetero del Estadio de Montjuïc en la ceremonia de inauguración, Seat lanzó para calentar motores una serie limitada sobre el que estaba destinado a ser su modelo más importante en los próximos años: el Seat Ibiza.

Y por cierto, no se apellidó Sprint ni Crono (como otras versiones especiales de Seat Panda, Seat Fura o Seat Ronda, respectivamente), sino Olímpico, basado en la versión deportiva SXI de su ya por aquel entonces exitosísimo utilitario de nombre balear. El siguiente paso fue convertirse en uno de los patrocinadores más relevantes de Barcelona 92 como socio colaborador y proveedor de servicios. 

Fue con el primer Toledo. ¿Y qué mejor abanderado de su catálogo que la nueva berlina como coche oficial? Presentada en el Salón del Automóvil de Fráncfort de 1991, la nueva berlina media -ya en la órbita del Grupo VW a la que la marca pertenecía desde mediados de los años 80- estaba destinada a llenar el vacío dejado por el Seat Málaga (no te pierdas la historia del Rey de los Seat Málaga). 

Este había cumplido modesta-mente con su papel de coche básico para toda la familia, pero que a duras penas podía llenar el hueco en el segmento C-D -a pesar de seguir una filosofía mucho más moderna- de los últimos 124 fabricados en Landaben (los 'Pamplona') o de los 131 y 132 heredados de la primera época bajo licencia Fiat.

El Seat Toledo primera generación era mucho más coche que todos ellos en dimensiones, diseño, calidades, habitabilidad, prestaciones, seguridad y oferta mecánica –con motores de última generación de origen alemán entre los que pronto destacaron los Turbo Diésel de Inyección directa (TDI)–.

Y por si fuera poco suministrar un total de 2.100 vehículos Seat destinados al transporte de atletas, miembros de la organización, comités y delegaciones, con el fin de aprovechar mejor todavía el inigualable escaparate transfronterizo que representaban los Juegos, Seat se colgó sus propias medallas en la 'sponsorización' de semejante evento, con dos espectaculares versiones más. 

Por un lado, el Seat Toledo Podium y el Toledo Electric. El Toledo Podium fue conocido como "el coche de los campeones", porque a todos los competidores españoles que consiguieron una medalla (hubo un total de 22 -13 de oro, 7 de plata y 2 de bronce-, hito que no se ha conseguido igualar hasta la fecha) se les regaló una unidad. 

Este exclusivo modelo, que se distinguía más por su lujoso interior -en piel con inserciones en madera- que por los sutiles detalles y logotipos exteriores, tenía toques deportivos como las llantas de aleación y el spoiler trasero y 115 CV, con 165,7 Nm de par a cargo de su cuatro cilindros delantero transversal de 1.984 cc, con el que alcanzaba los 196 km/h

Más lento pero mucho más llamativo hoy día resulta el Toledo Electric, un prototipo 100% eléctrico que el Centro Técnico de Martorell preparó meses antes de que se abriera la actual fábrica contigua. Surgió a petición de los organizadores para acompañar a los corredores en la prueba del maratón, ya que el reglamento obligaba a que el vehículo que abriera camino fuera cero emisiones

Este rompedor modelo, la primera creación de Seat con un motor movido por energías alternativas a la gosolina y el diésel, se construyó a partir de un Toledo GLX de combustión, manual y de cinco velocidades, al que se le instaló delante un motor de corriente continua de 22 kW alimentado por nada más y nada menos que 16 baterías de plomo-gel, que lo lastraban 600 kg (peso total de 1.545).

Con todo y con eso, su potencia -equivalente a unos 22 CV (y 30 más en aceleración, con un par mo-tor de 81 y 110 Nm, respectivamente)- hacían girar su eje delantero de 0 a 30 km/h en 5 segundos, coger los 50 por hora en 12... y alcanzar una máxima final de 100 km/h. Y como buen prototipo, sólo existe la unidad que ves aquí.

Hoy, desde el departamento de Seat Históricos nos cuentan que, tras lograr su hazaña y retirarse en lo más alto, este concept ha estado descansando en la colección de clásicos que la marca guarda y cuida con mimo en la Nave A-122 de la Zona Franca de Barcelona. Por cierto: se llamó 'sólo' Electric, pero Seat Sport sí que desarrolló un Toledo Marathon térmico un año después... ¡para correr raids!

Recientemente, el equipo que custodia y restaura todas las unidades ha vuelto a poner en marcha este particular vehículo (así como una antorcha olímpica original de la época, a gas GLP) para una prueba de exhibición muy especial: los 30 años de los Seat olímpicos, como uno de los actos estrella del festival Espíritu de Montjuïc 2022, en en el Circuito de Barcelona-Cataluña de Montmeló.

Allí ha sido donde hemos podido ver en la carpa de Seat, entre otras unidades igual de interesantes, como el Ibiza Olímpico edición especial de 1989 con motor 1.5 System Porsche de carburación, 85 CV y 120 Nm, 170 km/h de velocidad punta... y una estética específica, con interior y logos propios, los pilotos 'rojigualdos', interior y calandra del primer restyling y molduras y luces antiniebla del SXi

Y con estas imágenes de coches, fotografías y objetos conmemorativos originales de entonces relacionados con la marca española, acabamos nuestro particular homenaje a los Seat olímpicos que participaron en los Juegos de Barcelona 92, considerados por muchos y por el propio Comité Olímpico Internacional como "los mejores de la historia". 

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