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Prueba Opel Adam S: la chispa que faltaba

Si Esteban Vallín tenía su Adam R2 de 190 CV, tú puedes tener este Opel Adam S con motor 1.4 Turbo de 150 CV y 220 Nm de par. Sí, sé que no es lo mismo, pero te aseguro que este 'pequeñín' es uno de los urbanos más deportivos y divertidos del mercado.

Me he desplazado hasta Cascais, Portugal, para probar el Opel Adam S, la última versión deportiva que ha sido incorporadada a la gama del fabricante de Rüsselsheim. Esta es la variante más racing, con el permiso de una posible versión OPC, del atractivo urbano alemán. Solo hay que ver su aspecto exterior: spoiler frontal, estribos laterales, paragolpes trasero más voluminoso y con salida del escape cromada, llantas de 17 pulgadas (las de 18 son opcionales) y alerón trasero en el techo, elementos que marcan la diferencia. Redondean el conjunto los grupos ópticos, tanto los delanteros como los traseros con tecnología LED.

La carrocería puede ir 'vestida' por un total de 10 colores y cuatro adicionales para el techo, con el diseño 'Red & Roll' reservado exclusivamente para esta variante. Asimismo, se puede optar por los grafismos 'S'.

Dentro también se respira cierto aire racing, sobre todo con los excelentes bacquets firmados por Recaro que sujetan tu cuerpo perfectamente en curvas reviradas como en las de esta prueba. Además, el Opel Adam S también da la posibilidad de personalizar el habitáculo 'a gusto del consumidor'. 

Pero lo más importante, como te podrás imaginar, esta en el motor y en la puesta a punto de su chasis. El bloque que equipa es el nuevo 1.4 Turbo capaz de entregar 150 CV, lo que significa 42 CV menos que el 1.6 Turbo del último Corsa OPC, con la diferencia de peso existente entre los dos modelos. Con 150 CV y 220 Nm de par disponible, la nueva versión especial de este propulsor ofrece una potencia específica que supera los 100 CV/litro. Sin lugar a dudas, es la chispa que le faltaba a su homólogo atmosférico.

Su respuesta es excelente; estira y estira y desde abajo y hasta que la aguja roza la zona roja del cuentavueltas no desfallece. Asimismo, no es necesario reducir de marcha para exigirle más… ¡y cómo recupera! En quinta velocidad pasa de 80 a 120 km/h en menos de ocho segundos. Gracias a este motor, que trabaja con un caja de cambios deportiva de relación cerrada de seis marchas, acelera de 0 a 100 km/h en sólo 8,5 segundos y alcanza una velocidad máxima de 210 km/h. Todas estas cifras van acompañadas de un consumo oficial de 5,9 l/100 km -en carretera revirada, sin bajar de las 2.500 - 3.000 rpm, su consumo ha sido de 6,4 l/100 km-.

El chasis también ha sido afinado: el eje trasero se ha rediseñado y equipa amortiguadores y muelles específicos. La suspensión es más firme, por lo que en ciudad, para uso diario, puede resultar algo incómoda -y más en urbes como Madrid donde continúa la búsqueda del tesoro bajo el firme-.

Pero el Opel Adam S de esta prueba equipa más novedades, como la dirección, que ofrece una respuesta más directa; los frenos, monta los del anterior Corsa OPC (ventilados delante de 308 mm y macizos detrás de 264 mm) y  el control de estabilidad, que por primera vez en la gama es desconectable.

¿Quieres emular a Esteban Vallín? Pues deberás esperar hasta marzo, porque las primeras unidades no llegarán hasta entonces.

Prueba del Opel Adam S por Kike Ruiz

Llama la atención. Llama mucho la atención, con esas llantas enormes y el tono bicolor de la carrocería. Su alerón trasero y los emblemas 'S' ponen la linda a una versión que ya con mirarla sabes que te va a deparar cosas interesantes al volante. Por dentro, lo que más me llama la atención son sus asientos tipo bácquet. ¡Qué bien recogen mi espalda! La calidad que se respira es elevada. Es decir, no por ser uno de los peques de la familia (junto con el Opel Karl), en Opel han prescindido de otorgarle buenos materiales y ajustes. 

Muy orientado público joven, el Adam más deportivo luce un salpicado donde destaca sobre todo su gran pantalla. Su manejo es fácil y máso menos intuitivo, aunque realmente echo en falta alguna ruedecita más y no tanto botón táctil que a veces no te detecta del todo bien y tienes que insistir más de la cuenta. Por lo demás, el Adam S viene bastante bien equipado de fábrica. Mi unidad de pruebas ofrecía hasta volante calefactable, un elemento que pocas veces se encuentra en este segmento. 

Sentado al volante, me encuentro con una instrumentación clara y mandos en el volante desde donde activar el control de velocidad de crucero o algunas funciones de la radio. ¿Practicidad? El Adam es un coche pequeño y en sus 3,7 metros de longitud no te vas a encontraron unas plazas traseras precisamente holgadas (la altura aquí detrás es muy escasa) y un maletero grande (entran solo 170 litros, que equivalen a dos troleys como mucho). 

Pero si realmente te estás pensando comprar la variante más deportiva del Opel Adam es por lo que ofrece bajo su capó Ya te hemos hablado de él: 150 CV sacados de un pequeño bloque de 1,4 litros sobrealimentado que, gracias a una caja de cambios con desarrollos muy cortos, lo hacen especialmente vivos incluso desde bajas vueltas. No suena de una forma muy estimulante, de acuerdo, pero la forma tan enérgica con la que acelera y sube de vueltas hasta el corte va a hacer que se te olvide afinar el oído y te centres en la carretera, porque el chasis te permite girar muy rápido en las curvas y divertirte de lo lindo. 

En frenadas fuertes te exige estar atento a la zaga, sobre todo si hundes el pie con la dirección todavía girada, porque vas a notar una trasera muy viva. Es pura diversión a escala pequeña. Opel necesitaba un coche así, un modelo pequeño por debajo del Corsa OPCque ofreciera la misma diversión. ¡Y lo ha conseguido!

¿Buscas un punto de vista diferente? Mira la prueba del Opel Adam S de nuestros amigos de Top Gear.

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Si Esteban Vallín tenía su Adam R2 de 190 CV, tú puedes tener este Opel Adam S con motor 1.4 Turbo de 150 CV y 220 Nm de par. Sí, sé que no es lo mismo, pero te

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