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Prueba: Abarth 124 Spider

¿Merece la pena pagar el sobreprecio del modelo de Abarth en lugar de quedarse con el Fiat 124 Spider original? En esta prueba del Abarth 124 Spider te sacamos de dudas. Te adelantamos una cosa: es uno de los coches más divertidos del mercado.

Después de una eternidad, Abarth trae con el 124 Spider, de nuevo, un auténtico deportivo. Llevaba tiempo siendo un secreto qué motor llevaría el escorpión. El elegido ha sido el conocido 1,4 litros turbo. ¿Quieres saber cómo se comporta? Prueba: Abarth 124 Spider.

En este modelo llega a los 170 CV y los 250 Nm de par. Y ya desde parado, su sonido promete. Y es que su escape con mariposas denominado Record Monza logra una disparidad de tonos de lo más irresistible: lo mismo es un sonido gutural que borbotea o brama rabiosamente. El sonido del 1,4 litros turbo raya el límite de la legalidad y recuerda fuertemente al de un Lancia Delta Integrale.

Otra cosa que me ha sorprendido muy, pero que muy gratamente, es su cambio Sequenziale Sportivo. Es un automático opcional que inserta con rapidez y apenas tirones, logra que el roadster acelere, según datos de fábrica, en 6,8 segundos. Toda una proeza.

Este motor va bien, pero en una conducción habitual, ojo, no tiene el 'punch' esperado. Con un peso en vacío de solo 1.060 kilos, esperábamos algo más de empuje. Obliga a jugar mucho con el cuentavuletas. Los 232 km/h de velocidad máxima, eso sí, son realistas. 

¿Quieres ver el Abarth 124 Spider devorando curvas? ¡Pincha aquí!

Y el Abarth 124 Spider, donde realmente brilla, es atacando curvas. Va como sobre raíles, y el que quiera, puede provocar deslizamientos controlados en el eje trasero. Para que sean eso, controlados, recurre a un diferencial autoblocante mecánico. En pocos coches es tan divertido y seguro hacer drifts como en este. A eso hay que añadir unos frenos Brembo que lo detienen con eficacia y un tacto del pedal preciso. 

La postura al volante es muy baja, y los asientos de cuero ofrecen un agarre perfecto. El navegador opcional y el sistema de sonido son modernos y con un manejo muy intuitivo. La calidad de los acabados raya a buen nivel, aunque el volante solo es regulable en profundidad.

Conclusión

La pregunta es inevitable: ¿Compensa pagar los más de 16.000 euros de diferencia que hay entre un Abarth 124 Spider y un Fiat 124 Spider? Yo digo que sí. Estética y acústicamente se nota el avance, y ya desde los primeros kilómetros por carreteras de montaña la sensación es netamente deportiva. ¿Te convence o quieres mirar más cabrios? Si es así, entra en nuestro recomendador y encuentra el tuyo rápidamente.

¿Buscas un punto de vista diferente? Mira la prueba del Abarth 124 Spider de nuestros amigos de Top Gear.

Valoración

Nota8

¿Merece la pena pagar el sobreprecio del modelo de Abarth en lugar de quedarse con el Fiat 124 Spider original? En esta prueba del Abarth 124 Spider te sacamos de

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