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Toyota RAV4 2013: muy maduro y más 'asfaltero'

Juan Antonio Corrales

El Toyota RAV4 2013 ha crecido para dar cabida a clientes que buscan más espacio y versatilidad. Además, incorpora un buen arsenal tecnológico aderezado con una estética a la última. Lo mejor, su calida de rodadura.

Desde su aparición en 1994, el todocamino nipón ha ido cambiando su filosofía campera por un enfoque más práctico y familiar. Durante la primera prueba del Toyota RAV4 2013 he constatado esta tendencia: la nueva generación ofrece más espacio y habitabilidad, además de un comportamiento más asfáltico.

En el exterior, el Toyota RAV4 2013 toma la nueva línea de diseño de la marca, que ya estrenó el nuevo Toyota Auris 2013. Aunque la marca nipona apuesta por una línea más agresiva y marcada, la estética no termina de convencerme.

En cuanto al tamaño, el incremento de la batalla en 100 mm y de la longitud general en 205 mm hace que la habitabilidad gane muchos enteros. En concreto, las plazas traseras, uno de los puntos flacos de la anterior generación del Toyota RAV4, son más habitables.

Otro de los lugares que se han visto favorecidos por este crecimiento del Toyota ha sido el maletero, que pasa de 410 litros a 547 litros, es decir, 137 litros más, por supuesto, con kit de reparación de pinchazos. Además, cuenta con 100 litros extra bajo el piso del compartimento de carga. Un aspecto positivo es que, en el caso de que quieras rueda de repuesto de tamaño normal, puedes pedirla al concesionario.

A nivel de acabados, el Toyota RAV4 2013 muestra cierta mejora con el modelo anterior, aunque todavía se pueden encontrar plásticos duros, por ejemplo, en la parte superior del salpicadero.

Uno de los aspectos que más me ha gustado ha sido el 'feeling' de conducción. El nuevo Toyota RAV4 tiene ahora una dirección más precisa y un cambio de tacto mejorado, aunque la palanca sigue siendo excesivamente larga. El tarado de la suspensión también ha sido modificado y resulta ciertamente más firme, algo que se agradece a la hora de sujetar la carrocería del vehículo. Porque el peso no se ha reducido, sino que, más o menos, se ha mantenido.

Para que te hagas una idea, la variante que probé más a fondo, la 2.0 D4-D de 124 CV, pesaba alrededor de 1.600 kilos. A priori, puede parecer una cifra de potencia justa para este modelo, pero empuja con solvencia al Toyota RAV4 2013 hasta las 3.000 vueltas. A partir de ahí es mejor no insistir. En cuanto al consumo, aunque la cifra media oficial es de 4,9 l/100 km, en conducción 'normal', el ordenador de viaje siempre estaba alrededor de los seis litros.

Esta versión es la única que monta el sistema de parada y arranque automático Start/Stop, cuyas emisiones se quedan en 127 g/km, una cifra verdaderamente baja.

Además de esta mecánica, en España estarán a la venta el propulsor diésel 2.2 D4-D de 150 CV solo con tracción 4x4 y el gasolina 2.0 Valvematic de 151 CV, también con tracción integral. El motor diésel podrá ir asociado a una caja manual de seis velocidades o una automática por convertidor de par, mientras que en el gasolina, la automática es de variador continuo.

A nivel de equipamiento, el 120D 2WD se ofrecerá en dos acabados, Active y Advance, mientras que en las versiones 150 y 150D AWD  se añade el acabado Executive. De serie, todas las unidades montan faros antiniebla, retrovisores eléctricos y calefactables, cierre centralizado con mando a distancia, radioCD MP3, mandos integrados en el volante, sensor de presión de neumáticos... Un elemento que puede incorporar, y que antes no existía ni como opción, es la apertura y cierre del portón eléctrico. Otras opciones nuevas son el sistema de alerta por cambio de carril o el aviso de objetos en el ángulo muerto.

En el caso de las versión con tracción a las cuatro ruedas, Toyota ahora monta en el RAV4 un Sistema integrado de conducción dinámica, con una función denominada Sport, que puedes conectar a través de una tecla en la parte inferior del salpicadero. Este sistema gestiona el control dinámico del par 4x4, el control de estabilidad y la dirección asistida eléctrica. Todo este compendio de tecnología sirve para que la transferencia de par a las ruedas traseras se active también cuando aparece el subviraje en curva. Si se conecta el modo Sport, la transferencia de fuerza atrás empieza incluso antes de que se produzca el subviraje. De cualquier forma, la cantidad de par que se manda al eje trasero sigue siendo igual: un 50%. El bloqueo eléctrónico 'Lock' también se mantiene.

Precios Toyota RAV4 2013 (*):

Gasolina

•   150 AWD Advance 31.000 €

•   150 AWD Executive 36.300 €

•   150 AWD Multidrive Advance 33.000 €

•   150 AWD Multidrive Executive 38.300 €

Diésel

•   120D 4x2 Advance 27.700 €

•   150D AWD Advance 31.300 €

•   150D AWD Executive 37.000 €

•   150D Autodrive AWD Advance 35.000 €

•   150D Autodrive AWD Executive 40.300 €

* Precios sin descuentos

Prueba del Toyota Rav4 150d por Luis I. Guisado

El Toyota Rav4 150d es la única motorización de la gama que tiene tracción integral y la versión diésel más potente, además de la única opción en gasóleo con tracción integral.

 

Cuando salió en 1994, el Toyota Rav4 era el GTI de los SUV, un ‘invento’ que aún estaba echando a andar. Hoy, casi 20 años después, el segmento tiene entidad propia y sus integrantes son modelos muy asentados y maduros.

 

Y esta generación del Toyota Rav4 es un claro ejemplo. Con el paso de los años este todocamino japonés ha ido refinando los modales hasta convertirse en un modelo polivalente, como ya has podido leer más arriba.

 

En cuanto al motor, el 2.2 de 150 CV del Toyota Rav4 150d me ha gustado bastante. Empuja fuerte desde 2.000 rpm y estira hasta 5.000 vueltas, aunque en realidad no es que sea un bloque que te incite a ir ‘a fuego’ todo el rato.

 

Aun así, con un Rav4 150d podrás rodar muy desahogado en autopista y en carreteras de la red secundaria, donde puedes sacarle el partido a una dirección con muy buen tacto y unas suspensiones que para mi gusto Toyota ha logrado un tarado ideal para este tipo de coches: elimina cabeceos y balanceos, pero no del todo, con lo tienes un tacto firme, pero no incómodo.

 

A la hora de salir del asfalto, el Toyota Rav4 150d te pide que te tomes las cosas con calma. Su principal ‘handicap’ es una altura libre de menos de un palmo, lo que significa básicamente que las grietas, piedras y demás ‘trampas’ que te encuentres en el camino merece un buen estudio antes de atacarlas.

 

Los neumáticos tampoco ayudan, como es lógico: 100% ‘asfalteros’ pierden tracción rápidamente cuando estás fuera del asfalto. Y es una pena: me hubiera gustado probar el Rav4 150d con unas ‘gomas’ más adecuadas: tengo la sospecha de que el sistema de tracción, que se puede bloquear al 50% hasta 40 km/h funciona de maravilla.

 

En circunstancias normales el Toyota Rav4 150d, aunque lleve el apellido AWD, es un tracción delantera  que acopla el eje trasero cuando es necesario. En sí el sistema no es el más rápido del mundo, pero si pulsas el modo Sport (de serie en los AWD) la cosa cambia, porque tiene una función que envía en torno a un 10% de la fuerza al eje trasero cuando detecta que puede haber una situación en la que sea necesario el reparto de par entre los dos ejes. Si es así, puede mandar hasta el 50% a las ruedas posteriores.

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El Toyota RAV4 2013 ha crecido para dar cabida a clientes que buscan más espacio y versatilidad. Además, incorpora un buen arsenal tecnológico aderezado con una

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