Prueba del Porsche Taycan Sport Turismo Turbo S

El Porsche Taycan ha vuelto a llevar el debate a la palestra. ¿Motor de combustión o propulsión eléctrica? Para muchos conductores de coches deportivos, es una cuestión de fe, y la respuesta es clara: donde esté la gasolina, que se quiten los experimentos con gaseosa. 

Pero eso no impide que cada vez más fabricantes de automóviles, como en este caso Porsche, están demostrando que un deportivo con sistema eléctrico también puede destila adrenalina. Los potentes motores y el par inmediato hablan a favor de este tipo de coches. Pero el estilo de conducción sigue hablando en su contra si lo comparamos con los deportivos de raza tradicionales. 

Eso no impide que haya otros argumentos que cada vez calan más incluso en los aguerridos pilotos con petróleo en vez de sangre en las venas: la sostenibilidad está cada vez más presente en nuestras preocupaciones, y so sirve tanto a la hora de comprar un yogur bio como a la hora de elegir un coche en el concesionario. 

Diseño

El Taycan llega exactamente a esta línea del debate: Porsche está logrando que este 100% eléctrico sea, al mismo tiempo, 100% Porsche. Y lo está evolucionando. 

Después de la berlina y el  Cross Turismo, ahora llega el Sport Turismo. No solo suena bastante similar, sino que en realidad también es un Cross Turismo, solo que sin defensas todoterreno y un poco más bajo. ¿Confuso? No te preocupes, nos sentimos de la misma manera al principio. 

Este modelo está claramente enfocado en la carretera y no deja lugar a alguna escapada furtiva fuera del asfalto, pero tan práctico como el Taycan.

Motor y comportamiento

El maletero cubica 530 litros en la configuración de cinco plazas, y llega a los 1.296 plegando la segunda fila, algo atípico para un deportivo: uno que,  para ser exactos, acelera en 2,8 segundos de 0 a 100, al menos si has pagado los en torno a 190.000 euros que cuesta el Turbo S. Con sus 761 CV.

El ordenador de abordo señala 302 kilómetros de autonomía con la batería totalmente cargada, considerablemente menos que los  458 oficiales que se anuncian gracias a la nueva gestión del consumo. Está bien, estamos en el norte de Austria y hoy es un día especialmente frío. Le damos crédito por eso. 

Y la autonomía actual, claro, siempre se basa en el comportamiento de conducción del piloto anterior. Esto también explica el hecho de que, después de casi cien kilómetros de prueba, aún se muestre una autonomía de alrededor de 220 kilómetros.

De todos modos, no podemos conducir el Turbo S aquí por las carreteras rurales de Austria como nos gustaría: los límites de velocidad y los policías, siempre vigilantes, evitan que las pruebas de conducción sean demasiado divertidas. 

Porsche Taycan, cuatro fortalezas y una debilidad

La diferencia en el rendimiento, en cualquier caso, solo se puede experimentar realmente en la hoja de datos y durante el sprint de 0 a 100, de todos modos. En la vida cotidiana, el Taycan Turbo y el Turbo S, al igual que el buque insignia Porsche 911, no se diferencian mucho. La "S" en la tapa del maletero no te da tanto, solo muestra que te lo puedes permitir.

Después de todo, el Taycan no se trata (solo) de puro rendimiento. La dirección es directa como la de un Porsche, el chasis es extremadamente rígido con poco balanceo y algunas reservas de comodidad, y la practicidad aumenta nuevamente como Sport Turismo.

Factores para decidir la compra

¿Qué echamos de menos, entonces? Sobre todo, el sonido robusto del motor de combustión. Y la autonomía y la infraestructura de carga siguen teniendo mucho margen de mejora.

El Sport Turismo combina la elegancia del sedán con la practicidad del Cross Turismo. La ventaja de precio respecto a la versión “campera” es casi anecdótica.