Prueba del Porsche 911 GTS: ¿el 911 perfecto?

El nuevo Porsche 911 GTS combina todo lo que amamos de Porsche bajo su afilada chapa. El bóxer de tres litros en la parte trasera tiene una potencia de 480 CV para diferenciarse rápidamente del Carrera, la suspensión deportiva diez milímetros más baja proviene directamente del turbo. 

La suspensión activa y el sistema de escape deportivo son serie, y el resorte principal del eje trasero siempre está pretensado para permitir que la zaga responda espontáneamente.

Porsche nos tare el pack completo, esto es: un GTS Coupé con tracción total y paquete de componentes ligeros, frenos cerámicos, techo de carbono y doble embrague de ocho velocidades. 

¡A la pista!

Nuestro GTS no hace concesiones en la pista de carreras. Como siempre, los asientos de fibra de carbono encajan perfectamente.

El sonido del sistema de escape deportivo es tan penetrante que tenemos que cerrar la válvula después del obligatorio clic giratorio en "Sport Plus"; de lo contrario, no entenderemos al instructor que conduce delante de nosotros, aunque tengamos el walkie talkie a máximo volumen. 

Y es que, debido al aligeramiento, se ha resentido el aislamiento acústico. Tampoco tenemos plazas traseras. Cualquier intento de conversación por encima de las 7.000 vueltas es baldío. También oigo perfectamente los pequeños guijarros de la gravilla tamborilear contra las aletas. Este es un coche de conducción pura, no para viajes confortables. 

Con el paquete ligero no solo se eliminan los asientos traseros, los pilotos también pueden disfrutar de los asientos envolventes mencionados, la batería y las ventanas están hechas de materiales livianos y los bajos delanteros están optimizados aerodinámicamente. Eso ahorra un total de 25 kilogramos.

La dirección del eje trasero, que pesa siete kilogramos más, podría ser contraproducente, pero hace que el GTS parezca significativamente más ligero en la pista. Después de cuatro vueltas por la pista, estamos más que impresionados.

El GTS ofrece la combinación óptima de chasis comunicativo y salida de potencia pura. Puedes jugar con los cambios de apoyo de manera instintiva, balanceando la parte trasera en curvas que cambian rápidamente aplicándote sobre los frenos con tota seguridad. 

Conclusión

El elegante acabado y las nuevas llantas hacen que el GTS sea visualmente atractivo, pero se vuelve realmente irresistible cuando se conduce. El Carrera S, que tampoco es precisamente aburrido, a su lado es técnica, dinámica y emocionalmente un “tipo relajado”.