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Opel Astra Electric: un eléctrico para no complicarte

Prueba Opel Astra Electric

Tras una semana con el nuevo Opel Astra Electric te podemos confirmar que es una opción de compra muy planteable desde ya. Pero no todo en el compacto alemán es perfecto...

Los coches eléctricos son lo suficientemente complejos como para complicarlos todavía más. Por eso el Astra Electric es una buena propuesta, porque es como el Astra de siempre, tanto por diseño como por comportamiento, pero que ahora, por primera vez en su historia, se mueve en silencio y sin emisiones contaminantes, así que no te lo pone difícil.

Y como es un Astra normal, que no busca sorprenderte con fuegos de artificio y ofrece la misma habitabilidad que el resto de la gama, voy directo a lo que más importa aquí: su conjunto mecánico. Monta un motor de 115 kW (156 CV), que se alimenta de una batería de 54 kWh de capacidad (50,8 netos), lo que le proporciona una autonomía teórica de 419 km.

Al conducirlo, lo que notas es un empuje inmediato, algo común a la mayoría de coches eléctricos y que se hace todavía más evidente si activas el modo Sport (también tiene las posiciones Eco y Normal). Y esa sensación queda refrendada por las prestaciones, ya que pasa de 0 a 100 km/h en 9,2 segundos, justo lo que promete Opel.

Prueba del Opel Astra Electric

Prueba Opel Astra Electric

Pero más que las prestaciones te deben preocupar su consumo, un apartado en el que brilla especialmente. He llegado a marcar un gasto medio de solo 13,5 kWh, conduciendo tranquilo, aunque la media real ha sido de 16,8, lo que le vale para lograr una autonomía real de 321 km.

Y otra cosa que me ha gustado es lo sigiloso que rueda. Y lo destaco porque otros eléctricos de su segmento no me lo han parecido tanto.

En cuanto a su comportamiento, muestra una buena estabilidad direccional y toma las curvas de forma segura, apoyado en una suspensión firme. Su respuesta es más confortable que dinámica, pero creo que es lo que corresponde en un modelo así.

Y llegamos a la parte negativa: su precio y equipamiento. Cuesta como poco 40.900 euros sin incluir el descuento promocional (1.210 euros) ni el Plan Moves III y si optas por la versión GS de esta prueba la factura sube a 43.900 euros. 

Por tanto, si achatarras un coche antiguo se quedaría en 32.690 euros en el caso de la versión Edition, que sigue siendo casi 8.000 euros más que el Astra de gasolina. Y si quieres extras como el Head-up display y el navegador integrado debes pagarlos aparte. 

Te podrías consolar sabiendo que es más barato que su primo el Peugeot E-308, pero lo cierto es que es más caro que su otro primo el Citroën ë-C4 o que uno de los modelos destacados del segmento como el Nissan Leaf.

Valoración

Nota7.5

Lo mejor

Consumo muy bajo, silencio de marcha y buena estabilidad direccional

Lo peor

Rendimiento de los frenos, equipamiento escaso y precio elevado.

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