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Mercedes SLS AMG Roadster: deja sin aliento

El Mercedes SLS AMG Roadster es la versión descapotable del espectacular ‘alas de gaviota’. Sustituye ese espectacular sistema de apertura de puertas por una elegante capota de lona, así que se multiplican las sensaciones que provoca su V8 de 6,3 litros y 571 CV.

El Mercedes SLS AMG Roadster es un coche que vuela alto, un descapotable que te deja sin aliento. Como ya te adelantamos en su momento, el SLS AMG Roadster se comercializará en octubre.

Fue en el año 1957 cuando Mercedes puso patas arriba el mundo del motor con su 300 SL Roadster. La gente rica, los 'playboys', los empresarios, los artistas, los actores… toda esas personas se sentaban al volante de este modelo. Elvis Presley tenía uno, por no hablar de Clark Gable o Pablo Picasso. Es decir, las personalidades más poderosas de entonces iban sentadas tras el parabrisas de un Mercedes SL Roadster. Cuentan que cuando un 300 SL pasaba, no era raro que la gente se quedara alucinada y empezara a aplaudir. La historia se repite. Se viste con otros ropajes, pero, básicamente, sigue el mismo guión.

Al comenzar la prueba (no he sido el único en conducirlo. El tenista Roger Federer también lo ha conducido; vídeo Roger Federer probando Mercedes SLS AMG Roadster), compruebo con mis propios ojos que la gente se parte el cuello cuando paso con este descapotable que luce tan alto como la estrella de la marca alemana. Ocurre aquí mismo o, mejor dicho, en Saint-Jean Cap Ferrat, en la Costa Azul, donde los alemanes han decidido que su nuevo modelo vea la luz y tome el sol por primera vez.

Al igual que entonces, el biplaza es más un consolidado 'Grand Tourer' que un apasionado 'racer' (presentación Mercedes SLS AMG Roadster). Los 40 kilos más respecto al 'Alas de Gaviota' cerrado (prueba Mercedes SLS AMG coupé) son culpa del sólido chasis. En realidad, es algo que no me sorprende. Porque con 1.660 kilos encima, este SLS no pasa, ni siquiera con la mejor voluntad, por el hermano ligero de los superdeportivos.

En cualquier caso, que nadie me entienda mal. Para cualquiera de nosotros, que todos los días esperamos en el atasco montados en un utilitario, este 'huracán' es más que un coche, es un fenómeno de la naturaleza. Cuando piso con el pie derecho, siento que desato una auténtica tormenta. Que el cambio de marchas de doble embrague no sea el más rápido del mundo es algo que da igual, porque es cuestión de décimas de segundo que el Mercedes SLS AMG Roadster le saque el máximo partido a su enorme propulsor de 6,2 litros de cilindrada. En ese momento parece que el par máximo va arrancar los ocho pistones del bloque motor, mientras disfruto de la sinfonía de notas dobles que hace que se mueva al árbol de la transmisión de carbono. El espectáculo queda reforzado por el sonido del tubo de escape, para el que AMG debería ofrecer un antídoto contra la adicción. Y es que suena muy bien, mejor incluso que el del 'Alas de Gaviota', que da gusto escuchar cómo sale sin filtro ninguno. En un momento dado, me sorprendo a mí mismo como un adolescente al que le gusta escuchar el ruido de su moto trucada.

Eso sí, las llantas negras con el traje blanco que lleva nuestro coche de pruebas son algo que no le va a gustar a todo el mundo. Y la verdad es que a Mercedes le da igual, porque solo una marca como ésta puede permitirse mezclas tan inauditas entre la elegancia y la provocación.

Con un paso por curva seguro y mucha potencia, este roadster serpentea por las calles con su enorme par motor (650 Nm). En cualquier curva cerrada, mi héroe echa su peso hacia delante, empieza a subvirar y tiene que tirar de sus neumáticos para buscar la salida. Además, también te tendrás que acostumbrar a conducir un coche tan grande. La posición al volante es bastante baja y el capó se extiende ante ti infinitamente. La visibilidad hacia atrás no es tampoco su fuerte y moverte por ciudad, a veces, no es muy divertido.

En cualquier caso, la gente rica, guapa y poderosa seguirá eligiendo este pedazo de Mercedes SLS AMG Roadster que cuesta 226.000 euros (11.000 más que el modelo cerrado). ¿Mucho dinero? Sí, pero en esta ocasión el precio no es un problema para ellos. Este descapotable es una obra de arte que pasará a la historia como uno de los mejores deportivos de Mercedes.

Como postre de esta prueba, aquí tienes este vídeo del Mercedes SLS AMG Roadster. ¡Qué lo disfrutes!

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