Prueba nuevo Mercedes Clase B 2019: una B de primera
Hemos probado el Mercedes Clase B de nueva generación y las sensaciones han sido más que positivas. Porque para la prueba del nuevo Mercedes Clase B 2019 he viajado hasta las bonitas carreteras de Mallorca, donde no solo he podido descubrirlo estéticamente en primera persona sino también saber cómo se comporta.
Lo primero de lo que me doy cuenta es que su aspecto es mucho más deportivo y dinámico. Y es que ha recibido un intenso lavado de cara siguiendo, eso sí, el nuevo lenguaje de diseño de Mercedes.
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El frontal es mucho más fluido gracias a los grupos ópticos delanteros, que están situados en una posición más baja que en la anterior generación y aumentan la sensación de anchura y aplomo de este nuevo Mercedes Clase B 2019.
De serie son halógenos con LED para las diurnas, pero también podrás optar por full-LED o las Multibeam LED, que calculan en todo momento la iluminación ideal necesaria y la ajustan a las condiciones de la vía en milisegundos.
En la trasera, detalles como el alerón montado sobre el techo, un faldón con difusor colocado también más cerca del suelo o los grupos ópticos divididos también contribuyen a aumentar el carácter del nuevo Clase B.
Su distancia entre ejes también ha aumentado en 30 milímetros (hasta 2,72 metros) y la caída de su techo es más pronunciada, lo que estiliza los rasgos de este monovolumen y mejora su coeficiente aerodinámico, que ahora es de 0.24. El colofón a su rejuvenecido aspecto lo ponen las llantas de mayor diámetro -disponibles desde 16 a 19 pulgadas-.
Mercedes Clase B 2018: a bordo
Si el calificativo más adecuado para referirse a su imagen exterior es dinámico, por dentro la palabra es acogedor: materiales de primera calidad que dependerán del acabado que elijas (podrás elegir entre Style, Progressive, AMG Line y Night Package) y su avanzada tecnología como, por ejemplo, el navegador con realidad aumentada, que forma parte del sistema multimedia MBUX.
También podrás disfrutar en él del asistente de voz ‘Hey, Mercedes’ o del sistema cinético Energizing, que hace pequeñas correcciones en la posición de la banqueta y el respaldo para que los ocupantes de los asientos delanteros disfruten en todo momento del mayor confort según vayan cambiando su posición.
Merece la pena destacar también la buena visibilidad desde la posición del conductor, debido a que se ha reposicionado el pilar B; también es destacable la sensación de espacio a bordo, gracias en buena parte a que ha aumentado la distancia de la cabeza al techo y el espacio frontal para los hombros, que ahora es 33 mm superior.
Y es que no podemos olvidarnos de que es un monovolumen. De ahí la capacidad de su maletero, que varía entre los 455 litros y los 1.540 litros y que, de serie, trae el regulador de altura del piso del compartimento de carga. Si aún te sigues preguntando por qué estaba tan emocionada por conducir un monovolumen compacto, ¡déjame que te cuente!
Mercedes Clase B 2018: en marcha
La prueba del Mercedes Clase B 220d comenzó de manera relajada, disfrutando en la autovía de su fluidez y del suave comportamiento de su suspensión -gracias a los amortiguadores activos adaptativos-; además, gracias al paquete de asistencia a la conducción o ‘Driving Assistance’, tuve ocasión de probar algunos de sus programas de conducción semiautónoma.
Es el caso del Active Distance Assist DISTRONIC, que puede ajustar la velocidad y prestar apoyo al conductor durante la ruta, el asistente de mantenimiento y cambio de carril o el de frenado de emergencia si detecta un obstáculo en la carretera y el conductor está despistado, por ejemplo.
Sin embargo y a pesar de la utilidad de toda esta tecnología, aquí he venido a conducir… Y un vistazo al GPS me dice que pronto tendré ocasión de hacerlo a lo grande. Porque las líneas rectas del navegador comenzaron a retorcerse en la pantalla como si alguien estuviera intentando hacer nudos con ellas.
La Sierra de la Tramontana puede no parecer un lugar muy apropiado para un coche de estas características pero sin duda alguna, quien quiera que piense eso está equivocado.
Los 400 Nm de su motor diésel de última generación -con certificación Euro 6d, el primero para este segmento- están disponibles desde 1.600 rpm y empiezan a hacer su papel casi de manera instantánea; a medida que me voy confiando, decido dar rienda suelta a los 190 CV para ver hasta donde es capaz de llegar este bloque que destaca no solo por su eficiencia sino también por su baja rumorosidad.
Estrena cambio automático de ocho velocidades y doble embrague que gestiona a la perfección las peticiones de mi pie derecho en la exigente carretera de montaña en la que me encuentro y el comportamiento de su chasis es tan equilibrado que por un momento se me olvida el segmento al que pertenece el protagonista de estas líneas.
Así, voy enlazando curvas (muchas), motivada en buena parte también por una dirección muy comunicativa, pero no todo lo cómoda que debería debido al grosor del volante de tres radios.
Puede que mi mano sea muy pequeña, pero eso no debería influir. La noche va cayendo aún en el tramo más revirado de nuestra ruta, pero las luces Multibeam LED del nuevo Mercedes Clase B de esta prueba alumbran el camino para permitirnos mantener el ritmo hasta llegar, satisfechos, al hotel.
Conclusión
Puede que nunca te hayas planteado antes un monovolumen compacto, pero los chicos de Mercedes han sabido darle un toque al Mercedes Clase B 2018 para que, si buscas espacio, versatilidad y también sensaciones, no tengas que renunciar a nada.
Toda la información sobre el Mercedes Clase B está en nuestras fichas
Valoración
En la prueba del nuevo Mercedes Clase B 2019 no solo descubrimos sus cambios estéticos sino también su versatilidad, tanto en la autovía como fuera de ella.
Descubre más sobre Rebeca Álvarez, autor/a de este artículo.
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