Prueba Mercedes-AMG A35: un gran deportivo de bolsillo

La prueba del Mercedes-AMG A35 me ha sorprendido. Sobre todo porque cuando oímos hablar del Mercedes-AMG A35 por primera vez lo hicimos como un "modelo de acceso a la gama AMG", un aperitivo para aquellos a los que el Mercedes A250 se les quedaba cortos y el Mercedes-AMG A45 era demasiado... 

Sin embargo, nos hemos dado cuenta que el Mercedes Clase A más potente de la nueva generación hasta la fecha tiene más que ofrecer de lo que en un principio pensaba. 

¿Y por qué? Bueno, esa es la intención de esta prueba del Mercedes-AMG A35, contarte todo lo que le convierte en un gran deportivo a tamaño bolsillo.

En primer lugar, por su estética. Porque bastan 3 minutos observándole para darse cuenta de que el Mercedes-AMG A35 2019 es un juguete muy serio. Para diferenciarle del modelo más ‘básico’ del que procede le han añadido una nueva parrilla AMG con lama doble, faldón delantero AMG Line con flics en las tomas de aire y un splitter frontal. 

Redondean su intimidante aspecto las llantas de aleación de 18 pulgadas con radios dobles -cuya función aerodinámica ha sido optimizada- y una zaga en la que el faldón trasero incorpora el difusor y la doble salida de escape, así como un perfil aerodinámico en el techo.

Si te atreves, podrás añadirle el alerón trasero fijo como parte del paquete aerodinámico AMG opcional, que aumenta la carga aerodinámica y acentúa su carácter deportivo, a nivel estético y de comportamiento. El Mercedes-AMG A35 de esta prueba no lo lleva, pero no por eso resulta menos tentador… 

Su color ‘Sun Yellow’ es lo suficientemente llamativo como captar nuestra atención. Y eso que son las 8:30 de la mañana cuando salgo del hotel dispuesta a subirme al nuevo juguete de AMG. Y a esas horas, pocas cosas son capaces de espabilar a uno. Una de ellas, desde luego, es un buen compacto deportivo... 

Prueba Mercedes-AMG A35: interior

Como era de esperar, una vez que estoy en el interior del Mercedes-AMG A35 todo me resulta familiar: la deportividad de un modelo AMG se solapa con la última tecnología de Mercedes, por lo que ahora no falta el sistema multimedia MBUX. 

Por lo tanto, en él encontramos la perfecta sinfonía entre un coche práctico para el día a día -con unos asientos deportivos forrados en símil de cuero ARTICO que recogen el cuerpo a la perfección- y para los momentos en los que quieras sacar a relucir su carácter deportivo al máximo.

Su cuadro de instrumentos muestra por ejemplo un estilo de visualización ‘supersport’ con diferentes modos que permiten ver, por ejemplo, información relativa a la marcha seleccionada, temperatura del aceite del motor, ajustes del Dynamic Select o medidor de fuerzas G, entre otros. 

De manera opcional se puede escoger también el AMG Track Pace, que puede registrar 80 parámetros específicos del vehículo en los circuitos, como la velocidad o la aceleración, los tiempos por vuelta o el sector. 

Minutos después de haberme subido al nuevo A35,  ya he cogido la suficiente confianza para ponerme en marcha y ver cómo se las gasta el último compacto deportivo de AMG. 

Prueba Mercedes-AMG A35: al volante

La noche anterior a esta prueba, durante la cena, uno de los ingenieros de Mercedes me dijo: “mañana no desayunes mucho”. Me dejó entrever que este coche era capaz de revolverte las entrañas y yo pensaba que no podía ser para tanto… pero más tarde me daría cuenta de que no bromeaba. Debí hacerle caso, pero ¿quién puede resistirse a una ensaimada? 

He de reconocer que cuando llegó el momento de ponerme en marcha, el madrugón y una digestión demasiado ‘azucarada’ me tenían aletargada, pero arrancar su nuevo motor de cuatro cilindros turbo, con 306 CV, bastaría para despertarme.

Este motor es el mismo que el M 260, solo que ha sido ‘aderezado’ por AMG para que pueda convertirse en la bestia que es dentro del Mercedes-AMG A35. Salimos de Port de Sóller (Mallorca) en modo confort, pero apenas un par de kilómetros después ya nos encontrábamos en plena carretera de montaña.

Agarro el volante de nuevo diseño AMG, que cuenta con un aro con sección inferior plana y levas galvanizadas. Bueno, en realidad, el volante de esta unidad de la que estoy hablando es el volante AMG Performance, que no solo cuenta con los botones del Touch Control integrados, sino también con un mando giratorio desde el que se pueden seleccionar los modos de conducción.

Gracias a su pantalla LCD, verás el programa seleccionado. C de confort, S de Sport y… S+ de Sport Plus. Este es el modo adecuado para las carreteras de la Sierra de la Tramuntana. De manera inmediata, los 306 CV de este ‘hot hatch’ salen a reducir. 

Su aceleración es sorprendente, gracias a los 400 Nm de par disponibles desde 3.000 rpm, por lo que un pisotón te hará salir catapultado hacia la diversión. Toma nota: es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 4,7 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 250 km/h. 

Prueba Mercedes-AMG A35: pegado a la calzada

Vitoreada por una alegre sinfonía de petardeos (amplificados por la soledad de la montaña en la que me encuentro), me voy animando. Su motor parece infatigable, independientemente del ritmo que le exijas gracias a la inteligente gestión de la transmisión AMG Speedshift DCT de 7 velocidades.

El comportamiento del chasis también es sobresaliente -han aumentado la rigidez torsional-, y tracción integral 4Matic te da confianza para ponerte a prueba incluso en una carretera tan exigente como esta, así como unos frenos más robustos, que miden ahora 350 mm en el frontal y 330 mm en el eje trasero. Esto se agradece cuando tienes distancias de frenado cortas, como es el caso... 

Con todo este arsenal mecánico, voy hilando curvas con el Mercedes-AMG A35. La dirección en modo Sport Plus es tan firme y precisa que te ayudará a tomarlas como si tuvieras entre tus manos un compás. De ti dependerá si quieres hacerlo al milímetro o buscar el ángulo de trazada. 

Prueba del Mercedes-AMG A35: conclusión

El Mercedes-AMG A35 de esta prueba me ha dejado alucinada. Tuve ocasión de probar el A45 hace un año, aunque en esa otra ocasión fue en circuito y no en circunstancias de conducción reales, y he de decir que el recién presentado compacto deportivo me ha dejado mucho más impactada. 

Eso sí, el precio del Mercedes-AMG A35 es algo elevado: 57.675 euros... Es menos potente que el A45, pero parece estar más afinado, así que habrá que ver con qué nos sorprenden cuando llegue el nuevo Mercedes-AMG A45 para descubrir si está justificado.