Comparativa del BMW M340i y el Mercedes-AMG C 43: casi topes de gama, 100% deportivos

No todo el mundo quiere llamar la atención. Para eso están estos dos modelos, muy arriba de sus respectivas gamas, pero no en la cúspide: el BMW M340i y el Mercedes-AMG C 43 prometen muchas sensaciones, pero también un uso diario racional. Y sin que se note en exceso su poso maravillosamente dinámico.

Lo que tan heréticamente llamamos “un poco deportivos” no se aplica a estos dos modelos. Después de todo, el BMW y el Mercedes de esta comparativa logran muchas sensaciones al volante, sin grandes aspavientos. De “poco”, nada. Aunque tengan hermanos mayores más radicales. 

Motores

Echemos un vistazo a la hoja de datos: estamos hablando de 374 CV en el BMW y 408 en el Mercedes (con un poco de impulso adicional en ambos casos). 

En el Clase C, el cuatro cilindros tiene que mover mucho más: nuestra báscula arroja 1,8 toneladas. A pesar de su motor más grande, el BMW (llega con un seis cilindros en línea, una ‘delicatessen’ hoy en día) es 37 kilos más ligero y tiene  una distribución más equilibrada de pesos: 53 % en el eje delantero, y el resto detrás. En el AMG, aunque se conforma con un cuatro cilindros más ligero, el peso delantero es un 2% mayor. 

Diseño y comportamiento

Pasemos al interior: aquí el BMW se ha renovado recientemente, mientras que el Clase C deja claro que lleva ya unos dos años en el mercado. En BMW saben lo bueno que ofrece la háptica en la lógica de funcionamiento, y por eso la aplican, pero la nueva pantalla panorámica curva parece haber sido añadida como una idea de último momento…  Y básicamente, es lo que es.

En el Mercedes tenemos superficies voluminosas y brillantes, presididas por una pantalla vertical que se eleva desde la consola central. Añade esta versión el programa de conducción Race (que forma parte del paquete AMG Dynamic Plus opcional) y cuenta con un modo Drag Race con el que se pueden medir los valores de aceleración y verlos en el cockpit. 

La posición del pedal del acelerador y la presión de los frenos se pueden leer también en el monitor de telemetría, e incluso los ángulos de dirección de los ejes delantero y trasero se muestran en tiempo real. Sí, has leído bien: el C 43 tiene dirección adaptativa en el eje trasero, destinada a mejorar la estabilidad en curva.

Dinamismo y confort son compatibles

El BMW equipa de serie el chasis deportivo M, un sistema de frenos más estricto y un diferencial deportivo M, además de una dirección más directa y comunicativa que la del modelo básico. 

Lo que nos alegra especialmente es que hace unos pocos años criticamos el hecho de que BMW hubiera exagerado la dureza del chasis deportivo M y, al parecer, nuestras súplicas fueron escuchadas en el desarrollo del chasis. Ahora la subestructura ya no se desmanda, más bien al contrario: en el modo Confort, incluso parece un poco más relajado que el AMG,  aunque eso supone un poco más de meneo en ondulaciones largas sobre el asfalto.

Los asientos deportivos opcionales proporcionan al piloto un excelente apoyo en las curvas rápidas. Si te conformas con los de serie, los del Mercedes ganan en cuanto a agarre.

Cuando se trata de prestaciones, el BMW es especialmente bueno disimulando su falta de caballos. Con 4,3 segundos en el 0 a 100, no solo rinde mejor que las especificaciones de fábrica, sino que también le resta una décima al nominalmente más potente C 43. Y además, el M340i domina el apartado de valores de elasticidad.

Hay un empate en la prueba de frenada: 32,8 metros con los discos ya calientes son valores extremadamente sólidos en ambos casos. 

Factores para decidir la compra

No siempre hay que ir a los topes de gama: el M340i y el AMG C 43 también son muy divertidos cuando quieres desahogarte con el pie derecho. Y además, destacan por su idoneidad para el uso diario que, ojo, es significativamente mejor que en el M3 y el C 63.