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Lexus GS 450h F-Sport: hay vida más allá

El Lexus GS 450h F-Sport llega de Japón con un equipamiento de serie que en la competencia supondría más de 20.000 euros en extras y un funcionamiento híbrido espectacular

La factura final del Lexus GS 450h F-Sport es de 88.000 euros. Es el precio de modelos como el Audi S6, el BMW 550ix o el Mercedes E500. Incluso un Porsche Panamera Diesel cuesta apenas 1.000 euros más. De acuerdo, pero ¿qué coche te da tecnología híbrida, una imagen premium irreprochable y un equipamiento que te deja sin aire?

 

Aunque te he mencionado modelos con apellido ilustre, lo cierto es que se tiene que ver las caras con los híbridos de estas tres marcas: Audi A6 Hybrid, BMW ActyveHybrid 5 y Mercedes E300 BlueTEC Hybrid. Y de todos ellos es el que más me gusta. Te cuento por qué: para empezar, por su línea y el carácter japo que emana: nada de excesos, línea agresiva... También me alegra ver que el maletero ha crecido hasta los 482 litros (el anterior tenía casi la mitad). Y su dotación de serie te deja helado: faros ¡Bi-LED!, airbag de rodilla para conductor y acompañante, navegador, asientos delanteros eléctricos, con memoria, calefactables y ventilados, portón automático... ¿Sigo? Cuero, head-up display, suspensión adaptativa, techo solar, llantas de 19” y así un largo etcétera.

A la hora de circular con el Lexus GS 450h F-Sport, me gusta la capacidad que tiene el motor eléctrico de 200 CV para mover el coche. Lo hace en solitario hasta 60 km/h (en función del modo de conducción) y con un límite de 4 km, aunque es complicado que se den las circunstancias adecuadas para aprovechar todo el potencial.

 

Cuando te metes entre semáforos y circulación trabada con el Lexus GS 450h F-Sport, notas cómo la mayoría del tiempo vas en modo EV gracias a que la batería también se recarga con rapidez. Así las cosas, logré el mismo resultado que por carretera abierta: ¡6,7 litros! En este terreno reduce el consumo cuando levantas el pie del acelerador, ya que desconecta el motor.

 

Algo que me gusta mucho es su doble personalidad. En posición Eco, el Lexus circula suavemente con el modo EV como protagonista (la batería funciona a menor intensidad también: 500 voltios), casi igual que en la posición Normal (que, sinceramente, me sobra). En Sport cambia el cuadro de relojes, la rapidez del acelerador y el funcionamiento del cambio. Por fin, en Sport+ la suspensión se vuelve algo más rígida, la dirección varía su sensibilidad y el control de estabilidad se hace más permisivo. Aquí la batería sube su carga de trabajo hasta los 650 v.

 

A eso le tienes que sumar que el Lexus GS 450h F-Sport tiene un eje trasero direccional: a menos de 80 km/h las ruedas giran en dirección contraria a las delanteras, mientras que a partir de esa velocidad lo hacen en la misma dirección. Con esto puedo cambiar de dirección con aplomo y rapidez a velocidades de autopista, mientras que en carreteras secundarias redondeo las curvas con una soltura que no me espero. Su eje delantero va por donde le indico; apenas noto cabeceos ni balanceos y cuenta con unos frenos potentes, aunque exigen adaptación, ya que el pedal es muy sensible desde el principio (como ocurre en todos los híbridos).

 

Para terminar, no puedo dejar pasar por alto algunos detalles que me chirrían en un coche de su status: por ejemplo, la guantera no tiene luz, las juntas son demasiado anchas y, si te fijas, ves los cables de los diferentes sensores que hay en el retrovisor interior.

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