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Prueba Jaguar XF 2.2 Diesel, economía y lujo

El Jaguar XF 2.2 Diésel estrena un propulsor diésel de cuatro cilindros en una berlina de casi cinco metros. Como puedes comprobar, los tiempos han cambiado: un motor pequeño puede mover con agilidad un coche de 1,8 toneladas y consumir solo 6,9 l/100 km.

Jaguar demuestra con su Jaguar XF 2.2 Diésel que llegan nuevos tiempos a la industria del automóvil. Las sobradas cada vez están peor vistas, la exceso y el derroche han pasado a mejor historia. Solo tienes que ver el motor que tiene el Mercedes Clase S 250 CDI (Comparativa: Porsche Panamera Hybrid contra Mercedes Clase S 250 CDI). El buque dentro de los buques tiene bajo el capó un bloque diésel de cuatro cilindros con 204 CV. Sí, la mejor berlina de representación del mundo se mueve gracias a un motor de solo 2,2 litros.

Justo la misma cilindrada que tiene el precioso Jaguar XF 2.2 Diésel. Sin duda, uno de los coches más bonito y elegantes dentro de un segmento repleto de productos aburridos. Como supondrás, se trata de un bloque de cuatro cilindros que desarrolla 190 CV de potencia y 450 Nm de par. Sí, son cifras más que suficientes para desplazar con soltura una berlina de 4,9 metros de longitud y 1,8 toneladas de peso. Por ello, las prestaciones de este coche no son nada malas: acelera de 0 a 100 km/h en 9 segundos y recuperar fenomenal (7,2 segundos desde 80 a 120 km/h) gracias al excelente trabajo de la caja de cambios automática de ocho velocidades de ZF (la misma que lleva un Audi A8, BMW Serie 1 o Rolls-Royce Ghost). 

Jaguar declara a los cuatro vientos que su coche gasta una media de 5,4 l/100 km y no indica nada más (ni urbano ni en carretera). Lo cierto es que una cifra demasiado optimista y el Jaguar XF 2.2 Diésel no es capaz de marcarse este lujo. Pero durante mi recorrido de pruebas sí que he obtenido unos excelentes 6,9 l/100 km. Es decir, este coche tiene una autonomía real de 927 kilómetros con un depósito de 64 litros. Reconozco que el motor es bueno, pero también que se merece una mecánica más refinada. Aunque el cuatro cilindros tiene soportes de motor activos, tiene más vibraciones que el suave V6. Además, esta berlina tan elegante luce mejor con el discreto sonido del seis cilindros que el cuatro.

Lo que sigue igual en Jaguar es su buen comportamiento, agradable tacto de todos los órganos mecánicos y el justo espacio interior de las plazas traseras. El hueco para las piernas es suficiente gracias a sus 870 mm (un Mercedes Clase E solo tiene 20 mm más) pero la cota de altura libre al techo es demasiado justa: 900 mm (hasta 5 cm menos que el coche de Stuttgart). Además, la visibilidad posterior tampoco es su punto fuerte. En fin, son sacrificios que tienen que hacer los diseñadores para que el Jaguar XF 2.2 Diésel luzca una figura tan bonita.

Valoración

Nota8

El Jaguar XF 2.2 Diésel estrena un propulsor diésel de cuatro cilindros en una berlina de casi cinco metros. Como puedes comprobar, los tiempos han cambiado: un

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