Prueba Hispano Suiza Carmen Boulogne, 2 millones de euros de potencia y exclusividad

Aquí tienes la prueba en circuito del Hispano Suiza Carmen Boulogne, una máquina 100% eléctrica cuya exclusividad hace que su precio alcance la desorbitada cifra de dos millones de euros. 

El escenario de la prueba no puede ser más estimulante: el Circuito de Montmeló. Diseñado y construido en la periferia de este circuito de F1 y en colaboración con QEV Technologies (algo saben de la Fórmula E), la marca Hispano Suiza (propiedad en su totalidad de la familia Suqué Mateu) también un Carmen algo más modesto aunque con cifras espectaculares: 1.020 CV de potencia por los 1.115 de la versión que tengo hoy entre manos. 

Pero centrémonos en el Hispano Suiza Carmen Boulogne de esta prueba: la fibra de carbono está por doquier. Dentro, una vez que abres las puertas de tijera operadas eléctricamente te encuentras con una lujosa mezcla retro-moderna de cuero y Alcantara y pantallas digitales.

Las cigüeñas voladoras, el ave que Hispano Suiza tomó como emblema cuando se fundó hace 117 años, están montadas dentro de las luces traseras circulares. La estética es soberbia. No hay nada parecido a esto en el mercado: curvas voluptuosas, bordes afilados... Hay mucho del Hispano Suiza H6B Dubonnet Xenia, una obra maestra única en forma de lágrima construida en colaboración con el aviador y piloto de carreras francés André. 

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¡A pista! 

Presiono el botón de arranque y la batería de 80kWh refrigerada por líquido comienza a alimentar a los dos motores eléctricos, uno por cada rueda del eje trasero, cada uno con 557 CV. No os voy a hablar de autonomía, porque en un circuito es algo irrelevante, pero debería darme para hacer unos 400 km (NEDC).

Me deslizo por la calle de boxes con absoluto mutismo, llevando en mis manos más de 1.000 CV, todos ellos al eje trasero y con solo 1.700 kilos gracias al uso masivo de fibra. Las prestaciones están ahí: acelera de 0 a 100 km/h en 2,6 segundos y puedes seguir con el pie a fondo hasta alcanzar los 290 km/h. Poca broma.

Hay tres modos de conducción diferentes que van desde el programa Eco hasta Sport, donde activa toda la potencia. Hundo el pie y salgo parapetado hacia adelante haciendo corta la larga recta de Montmeló. ¡Menos mal que llevo unos frenos de carbono AP Racing que detienen esta máquina diábolica a tiempo antes de infartar).

Si en recta el Hispano Suiza Carmen Boulogne es endiabladamente rápido, en curva no se achica y es capaz de desplegar todo su talento gracias a su bajo centro de gravedad y su afinado chasis de carbono. El silencio es tal dentro de este habitáculo, que el límite de los neumáticos lo percibes perfectamente en tus manos y en tus oídos. 

La pasión de la familia Suque Mateu hecha realidad

¿Quién compraría un coche así? Muy probablemente, un excéntrico, enormemente rico que busque una tecnología tan avanzada como la de este Hispano Suiza, movido únicamente por energía eléctrica. 

Me bajo del coche absolutamente entusiasmado. No siempre despiertas en el día en el que van a poner en tus manos algo tan exclusivo y delicioso como un coche de más de 1.000 CV y dos millones de euros. Lo bueno es que cumple con lo uno espera de él: acelera como un demonio, frena bien y tarde es estable en todas als situaciones, te permite forzar en las curvas... 

El Hispano Suiza Carmen es una oda al pasado y al futuro bellamente diseñada y elaborada; uno para aquellos que se atreven a ser diferentes. No va a haber dos Carmen iguales en el planeta jamás. Hay 1.900 combinaciones de especificaciones disponibles y todo se hace a mano, con el cuidado que merece una marca legendaria y cuyo orgullo reside en que es española, es nuestra.