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Prueba del Citroën C5 Aircross BlueHDI 180 EAT8

He aquí el Citroën C5 Aircross, otro miembro de la liga de los SUV compactos, aunque en su caso se trata de un modelo bastante diferente al resto de sus compañeros de segmento. Echa un vistazo, por ejemplo, a los elevados y rasgados pilotos LED traseros o a los Airbumps laterales que contrastan llamativamente con el resto de la carrocería y se encargan de minimizar arañazos o los golpes más leves al aparcar.

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Por no hablar de las decenas de combinaciones posibles entre colores de la carrocería, del techo, de esos Airbumps... lo que te permitirá conducir el coche de la prueba, un Citroën C5 Aircross BlueHDI 180 EAT8, prácticamente único. 

Citroën C5 Aircross BlueHDI 180 EAT8

Nuestra unidad, ya la ves, es de color Rojo Vulcano (572 euros), con el techo del mismo color (eso sí, panorámico, por 1.299 euros) y con aplicaciones blancas en los Airbumps. Su equipamiento es el Feel, es decir, el intermedio (por encima queda al Shine) y monta con el motor diésel de 180 CV con el cambio EAT8, es decir, automático de ocho velocidades. Además, lleva el Grip Control, que añade un plus de motricidad, como luego veremos.

Deseando probar la suspensión

Nada más verlo, en lo primero que pensé fue en probar su suspensión Advanced Comfort con asfalto en mal o, mejor, muy mal estado. Por el camino a la búsqueda de esas carreteras sin demasiado mantenimiento, en autovía, es como si fueras en un aerodeslizador. La suspensión ofrece un confort realmente bueno. Y eso es por los amortiguadores, que añaden unos topes hidráulicos a los topes mecánicos. Esto permite recorridos de suspensión más largos y en los golpes más fuertes se suaviza la energía de los impactos. 

Llego a una carretera sin mantenimiento alguno desde hace años ¿Funciona aquí tan bien la suspensión? Sí y no. Sobre baches prolongados, el Aircross es realmente confortable; su chasis lo absorbe casi todo. Pero no lo lleva tan bien cuando pasas por grietas o juntas de dilatación, donde el eje delantero se vuelve rebotón y las irregularidades se sienten en la dirección. Por cierto, esta última, con tres vueltas de volante de tope a tope, no es ni tampoco se siente demasiado directa.

Citroën C5 Aircross BlueHDI 180 EAT8

Y es que el Aircross enamora con su suavidad, pero lo cierto es que no es un coche que transmita al conductor grandes sensaciones. Desde luego, la deportividad no es su objetivo. Si esa es tu forma de conducir, te enervará la lentitud del cambio (casi recuerda al cambio pilotado de antaño), aunque lo compensa con las levas que hay tras el volante y con ese botón M insertado en la base, que cambia al modo manual-secuencial

Su mecánica, con casi 180 CV es enérgica, pero bastante ruidosa si le aprietas las tuercas. En velocidad de crucero se muestra bastante más refinada y sin tantas vibraciones.

Comparativa: Toyota RAV4, Honda CR-V, Citroën C5 Aircross, y Mazda CX-5

Por eso, lo mejor es que te relajes y disfrutes del viaje como yo lo he hecho en esta prueba del Citroën C5 Aircross BlueHDI 180 EAT. Porque, además, si lo haces, este motor diésel te compensará con un consumo de poco más de seis litros cada 100 km. Te va a merecer la pena.

VÍDEO: así de seguro es el Citroën C5 Aircross

Por lo menos, dispones de un botón Sport con el que todo se vuelve más reactivo, otorgándole un plus de agilidad que, en determinadas ocasiones no te vendrá nada mal. Como tampoco te supondrá mucho descabello montar el Grip Control, que te va a permitir salir del asfalto con más garantías, ya que regula el mapa de inyección para dosificar la potencia que se traslada a las ruedas dependiendo del programa que selecciones. Y hay cinco: Normal, Nieve, Barro, Arena y ESP desactivado. Una opción que me parece imprescindible, y más por un coste que no llega a los 500 euros. Esto, unido a sus 230 mm de altura libre al suelo, te permitirá circular por caminos sin problema alguno.

Citroën C5 Aircross Hybrid: el primer híbrido enchufable de Citroën

En el interior, sorprende la buena calidad de ajustes y materiales, así como los asientos Advanced Comfort, que están reforzados con un mullido 1,5 centímetros más grueso; también destaca el tremebundo hueco portaobjetos situado entre los asientos, que está refrigerado. Y si pasas a la parte trasera, encontrarás tres asientos individuales con respaldo regulable y banqueta deslizable de forma individual. Eso sí, son bastante más estrechos que los asientos normales... no podía ser todo perfecto.

Citroën C5 Aircross BlueHDI 180 EAT8

Y otros detalles que tampoco me convencen son el velocímetro horizontal, como en un DS, o el perezoso botón de arranque que responde con retardo. Pero todo esto da igual, porque este SUV es distinto a la rutinaria y muchas veces aburrida competencia, y eso es de agradecer. 

Conclusión tras la prueba del Citroën C5 Aircross BlueHDI 180 EAT8

La verdad es que Citroën ha hecho un buen SUV. No me esperaba un coche así. El C5 Aircross tiene sus defectos, claro, pero destacan más sus cualidades: es confortable, personalizable, atractivo. Un vehículo para gente relajada que, con esta versión diésel de 180 CV, podrá llevar a toda la familia sin echar de menos más potencia. 

Citroën C5 Aircross BlueHDI 180 EAT8

Valoración

Nota8

Nos ponemos al volante una vez más, esta vez para realizar la prueba del Citroën C5 Aircross BlueHDI 180 EAT8. Promete mucha comodidad. ¡Vamos a comprobarlo!

Lo mejor

Consumo de carburante. Comodidad de marcha. Buena calidad de ajustes y materiales en el interior. Asientos Advanced Comfort.

Lo peor

Dirección poco directa. Eje delantero rebotón en juntas de dilatación. Lentitud del cambio

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