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Prueba Audi A7 Sportback 50 TDI: la revolución silenciosa

Prueba Audi A7 Sportback 50 TDI
El A7 tiene un aspecto condenadamente bueno. ¿Lo es? Para descubrirlo nos ponemos al volante de la versión TDI más potente: 286 CV rodeados de la última tecnología.

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Para saludarme, el nuevo Audi A7 monta un espectáculo de luces: en cuanto le doy al botón de desbloqueo, se ilumina la luz de la banda que une los pilotos traseros y los faros brillan con fuerza. Pero la verdad es que tanta escenificación no es necesaria, porque el nuevo A7 es un espectáculo en sí mismo. La parrilla apunta directamente a la carretera delante de un morro muy largo y bajo, y hacia atrás continúa una carrocería afilada de estilo coupé, musculada y marcada por líneas que le aportan mucha personalidad. Ponemos a prueba el Audi A7 Sportback 50 TDI.

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Una vez en el interior, continúa la fiesta de bienvenida, porque todo luce y brilla tanto o más que el exterior. Llaman la atención poderosamente las dos pantallas centrales y que la zona que ocupaba antes el mando circular para el sistema multimedia haya desaparecido, como casi todos los botones del salpicadero. 

Vídeo: probamos el nuevo Audi A7 Sportback 2018:

Las pantallas, por su definición y gráficos, te llevan directamente a la categoría superior y, al tocarlas, la sensación es la de estar apretando botones físicos. Es impresionante, aunque uno no puede evitar preguntarse: ¿por qué se prescinde de los botones para aplicar luego una tecnología que los recrea? 

Además, la pantalla del navegador (10,1 pulgadas con el MMI) está demasiado abajo, a diferencia de la anterior, que era emergente, justo a la altura del campo de visión del conductor. Con la otra pantalla de 8,6 pulgadas, más abajo todavía, se maneja sobre todo el climatizador, que funciona muy bien, pero, ¿era necesaria una enorme pantalla solo para eso? ¿Por qué no mantener los tres mandos circulares físicos, que hacen exactamente la misma función? Bueno, en realidad, en esta pantalla táctil también se puede escribir, por ejemplo el nombre de un destino para el navegador y la verdad es que funciona con mucha precisión.

El A7 ofrece espacio de sobra, uno siente mucho desahogo en todas las direcciones, aunque si tenemos en cuenta sus enormes cotas exteriores, de cinco metros de largo y 1,91 de ancho, no resulta especialmente sorprendente en este apartado. Y en las plazas traseras uno va sentado bastante cerca del suelo. Es una solución de Audi para contrarrestar la inclinación del techo, pero la verdad es que el espacio para la cabeza aquí detrás no es para tirar cohetes. Es el precio que hay que pagar a cambio de una carrocería irresistible.

En la zaga pone A7 50 TDI, y algunos pueden pensar: ¿un 5,0 litros diésel? No te emociones antes de tiempo. Audi ya no incluye su cilindrada en las denominaciones, sino que las cifras que van de 30 a 70 en sus nuevos modelos se refieren a la potencia de los diferentes motores en kilowatios. 30 para los que tienen entre 81 y 96 kW, 35 para los que van de 110 a 120, y el 50 significa que lleva un motor de 210 a 230 kW.  Sí, un verdadero lío...

Vídeo: Audi A7 Sportback 2018, todos los detalles en movimiento:

En cualquier caso, bajo el capó tenemos un 3,0 litros V6 con 286 CV y es un motor excepcional: potente, silencioso y con un sonido de fondo con un arrebatador tono deportivo. Una de esas mecánicas que transmiten mucha potencia al asfalto, con una facilidad pasmosa y que nunca se nota forzada. Y la rápida caja automática de ocho velocidades le sienta pero que muy bien.

El A7 no pretende ser un deportivo de los que te hacen subir la adrenalina, sino una berlina capaz de circular muy rápido de forma relajada, sin fatigar al conductor ni al resto de los pasajeros. Es un coche realmente confortable, muy rutero e incansable que, con su dirección a las cuatro ruedas (2.320 euros), se vuelve especialmente manejable y fácil de maniobrar en lugares estrechos. 

Si te la puedes permitir, incluye la suspensión neumática (1.830 euros). Es un extra por el que merece la pena apostar, aunque no es perfecto: filtra las largas ondulaciones como si las hiciera desaparecer, pero sobre baches y adoquines, o juntas de la carretera, la respuesta es algo nerviosa, con un comportamiento que no me esperaba. 

Y para acabar, otra cosa del nuevo A7 50 TDI quattro que impresiona: el precio. El modelo básico parte de los 73.530 euros. Se trata del motor TDI de 231 CV. ¿Merece la pena ahorrarse los 3.200 euros de diferencia que hay entre ellos? Está claro que si quieres más fuerza, te vas a quedar con los 286 CV del 50 TDI, aunque con la versión 45 vas sobrado.

Opinión

Tras la fachada del nuevo Audi A7 se esconde un cochazo con mucha tecnología y un funcionamiento ejemplar. Es espacioso en ambas filas y ofrece un interior excelentemente acabado y moderno. Su comportamiento es ágil y al mismo tiempo relajado y fluido. Aunque es caro, tiene un aspecto condenadamente bonito.

Valoración

Nota9

El A7 tiene un aspecto condenadamente bueno. ¿Lo es? Para descubrirlo ponemos a prueba el Audi A7 Sportback 50 TDI con el motor diésel más potente, de momento.

Lo mejor

Doble pantalla interior, diseño exterior, espacio interior, manejabilidad

Lo peor

Altura libre al techo plazas traseras, respuesta suspensión neumática, precio elevado

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