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Segunda mano: Lancia Ypsilon

No es barato ni ahorrador, sino refinado y exclusivo. Así es el modelo más pequeño de Lancia ¿Una opción de compra que merece la pena? Analizamos el Lancia Ypsilon.

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Este Lancia Ypsilon (serie 846, que está a la venta desde el mes de julio del año 2011) parece casi 'premium' con su parrilla cromada y su carrocería bicolor. Ningún otro coche pequeño de su segmento da la sensación de estar tan seguro de sí mismo. Y ya puede estarlo, porque se trata de un modelo que sigue a la venta y nuevo cuesta como poco 14.160 euros (versión Silver Evo II con motor 1.2 de 69 CV), puede que precisamente por eso no haya sido precisamente un superventas en nuestro país.

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Otros como el Ford Ka o el Hyundai i10, del mismo tamaño y concepto, sí han tenido más éxito en nuestro mercado. Pero eso no significa que sean mejores opciones: técnicamente, el Ka está muy cerca del Fiat 500, el Fiat Panda y el propio Ypsilon.

De hecho, los motores, la plataforma y el cambio son idénticos. Además, este refinado Lancia se ofrece con cinco puertas, lo cual siempre es una ventaja para el ajetreo del día a día en la ciudad. La unidad usada que hemos probado en AUTO BILD es de las mejores ofertas que hemos podido encontrar.

Tanto técnica como estéticamente se ve casi intacto y su precio está en la media del mercado de ocasión. Ruidos que proceden del árbol de levas Se trata de un coche que tras la compra no conlleva grandes costes, gracias a que cuenta con una tecnología tan generalizada y probada como la de Fiat y que hay oferta de sobra de piezas y recambios, que generalmente se encuentran a buen precio.

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¿Es entonces una alternativa a tener en cuenta? Para quien quiera un coche urbano que se salga de la norma con un toque de exclusividad, este Ypsilon desde luego lo es. Además, su motor mueve los poco más de 1.000 kilos que pesa con una agilidad suficiente para desenvolverte en ciudad y pequeños desplazamientos por carretera.

Al volante

La unidad que aquí ves pertenece a la cuarta generación de este modelo italiano. Mide 3,84 metros de longitud (tres centímetros más que el anterior), aunque es algo más estrecho (1,67 de ancho frente a 1,70) y más bajo (1,51 por 1,53). Estas dimensiones lo sitúan a un nivel de tamaño algo por debajo de un Audi A1 y un poco por encima de un Mini.

El espacio interior es escaso, pero la impresión de calidad y ajustes es buena. Tiene un comportamiento confortable, sin lujos dinámicos, pero sobrado para la ciudad.

No te va a gustar

La carrocería del Ypsilon, salvo por los tiradores de plástico que se dañan con facilidad, es una de las partes mejor rematada y no suele presentar grandes defectos, pese a que cuenta con pintura de dos colores. Eso sí, lo que no se aprecia a simple vista te puede dar más de un dolor de cabeza. Si piensas comprar uno de segunda mano no olvides revisar concienzudamente el cárter y la caja de cambios por si tienen pérdidas de aceite. Además, en una prueba dinámica, fíjate en que los palieres estén bien ajustados y no traqueteen. Por último, dos consejos que son válidos para cualquier modelo de ocasión: agáchate y comprueba que el escape no presente corrosión y toca los discos de freno para asegurarte de que no tienen excesivo desgaste.

Costes de mantenimiento para Ypsilon 1.2 (69 CV)

Consumo en el test: 5,1 l/100 km
Emisiones de CO2:
121 g/km
Revisión: de 150 a 400 euros
Seguro a todo riesgo: 790 euros*
A todo riesgo con franquicia: 348 euros*
A terceros: 247 euros

(*) Precio medio para un conductor de 30 años, con diez años de carné, 15% de bonificación, garaje colectivo y que realiza 15.000-20.000 km al año.

Costes de reparación*

Alternador: 550 euros
Motor de arranque: 375 euros
Bomba de agua: 125 euros
Correa de distribución*: 400 euros
Silencioso trasero: 225 euros
Aleta delantera izquierda: 625  euros
Discos y pastillas de freno delanteros: 425 euros

(*) Coste de las piezas, incluida la mano de obra

Conclusión

Es bueno que en un segmento tan concurrido como el de los urbanos queden tipos con carácter propio, como este Ypsilon. El diseño del italiano y el hecho de que se hayan vendido pocos le aporta exclusividad y lo convierte en un utilitario deseado. Además, el hecho de que bajo la chapa lleve técnica de Fiat hace que su mantenimiento sea muy asumible, a pesar de sus debilidades. La zaga también tiene estilo propio: por desgracia, a costa de la visibilidad.

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