El Ford B-Max, sin pilar B, supera los 'crash test'

La marca ha sometido al nuevo Ford B-Max a 'crash test' laterales para demostrar que ha sido capaz de suplir de cara a la seguridad la carencia de pilar B. El Ford B-Max, que llegará al mercado español el próximo mes de septiembre, es un monovolumen que se basa sobre la plataforma del Fiesta.

Su principal característica es la mayor accesibilidad que ofrece a las plazas posteriores, ya que la puerta trasera es deslizante y carece de pilar B. ¿Cómo suple el Ford B-Max la ausencia de montante B para superar los ‘crash test’? “La estructura de la puerta lleva distintos tipos de acero de alta resistencia (que entre sus componentes cuentan con el boro), que incrementan la rigidez sin aumentar el precio” explica Manuel Luna, gerente de Reglamentación y Homologación Postventa de Ford España.

Las puertas de acceso del B-Max cuentan con soportes de acero llamados receptores de choques, que bloquean las puertas unidas si el coche recibe un impacto lateral en un ‘crash test’ o en la vida real.

Cada ‘crash test’ cuesta entre 80.000 y 100.000 euros (el precio de construcción del prototipo; es tan caro porque se fabrica a mano). Una vez que se realiza, además de los datos que faciliten los acelerómetros de los ‘dummies’, el aspecto exterior del coche también dice mucho de ellos: “Durante el ‘crash test’ lateral del Ford B-Max, es importante que no se abra ninguna puerta; que después se pueda abrir cualquiera de las que no han sido golpeadas para poder sacar a los ocupantes; que no gotee (es decir, que ni el depósito del combustible ni los conductos hayan sufrido desperfectos); que no haya deformaciones en el techo o en los asientos; que en el interior nada se haya desprendido y golpeado; que no haya elementos que, al romperse, puedan cortar a los ocupantes…” explica Manuel Luna. AUTOBILD.ES estuvo presente en el ‘crash test’ del Ford B-Max, y pudo comprobar que el modelo cumplió con estas expectativas. Si quieres ver cómo se desarrolló, aquí tienes el vídeo.