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Dacia se está quedando atrás en la revolución eléctrica

Dacia
Dacia es una de las pocas marcas que, de momento, no ha presentado un coche eléctrico. ¿Debería la firma rumana apostar de una vez por todas por ello aunque suponga el dejar de ser una marca económica?

La electrificación de la industria automovilística es imparable. Otra cosa es lo que tarde el parque español en ver una mayoría de coches eléctricos en sus carreteras. Sin embargo, aunque eso tarde en ocurrir -y no sólo en nuestros país- todos los fabricantes han de ponerse al día. Los hay que han tardado más como Mazda y otros que llevan mucho tiempo en el tema como Renault. Sin embargo hay una marca, precisamente bajo el paraguas de los del rombo, que se encuentra en una encrucijada. Es Dacia, por su puesto. ¿Por qué?

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Los modelos de la marca rumana son populares principalmente porque ofrecen una relación calidad-precio prácticamente insuperable. No son los mejores ni los más potentes, pero la factura a pagar por ellos es menor que la que exigen los rivales directos. Por eso precisamente el coche eléctrico, en el punto en el que está ahora, no cuadra en su seno. Los vehículos impulsados por este tipo de mecánicas son todavía muy caros. Para contar con un simple urbano tenemos que 'soltar' más de 20.000 euros. Y ningún Dacia exige un gasto así de primeras. ¿Debe cambiar el fabricante su filosofía?

¿Será el Renault City K-ZE el germen del primer Dacia eléctrico de la historia?
¿Será el Renault City K-ZE el germen del primer Dacia eléctrico de la historia?

Quizás va siendo hora de que Dacia deje de pensar en los mercados emergentes o, directamente, dar un paso adelante en cuanto a calidad. Pero seamos serios, si los rumanos hacen eso corren el riesgo de ser arrasados por sus adversarios porque no ofrecerían ningún factor diferencial. ¿La solución? Apostar por un coche eléctrico realmente asequible. En este sentido, durante este año hemos escuchado decir a Jean Christophe Kugler, su presidente europeo, que el coche eléctrico no va a cambiar la filosofía de Dacia. Es decir, que su primer eléctrico será más barato que los que tenemos hoy en día en el mercado.

Las previsiones de Dacia apuntan a un precio intermedio para su primer eléctrico entre el que ofrece el Sandero, que se vende desde poco más de 7.000 euros, y lo que cuestan los urbanos impulsados a través de baterías a día de hoy. Eso nos hace suponer que la factura a pagar se situará entre los 13.000 y los 18.000 euros aproximadamente. Eso sí, que nadie espere un modelo eléctrico con el anagrama de este fabricante al frente antes de dos o tres años.

Es de suponer que con toda la experiencia que ha acumulado Renault con su Zoe a lo largo de los años, los costes de desarrollo a afrontar por Dacia sean menores. De hecho, que nadie se extrañe que este futuro Dacia eléctrico herede alguna batería o similar que ya se haya utilizado previamente en el modelo del rombo. Según el presidente de la marca, su primer eléctrico debería rondar las 160 millas de autonomía, es decir, unos 160 kilómetros. Sí, es cierto que se trata de una cifra menor a la que ofrecen de media los eléctricos actuales, pero hay que tener en cuenta que el precio a pagar por este coche será inferior y que, además, es una distancia que solventará el día a día de la gran mayoría de los clientes.

Tampoco es descartable que el primer Dacia eléctrico de la historia derive del Renault City K-ZE, un vehículo presentado en China cuya llegada a Europa se ha confirmado no hace mucho. Seguramente lo haga bajo el paraguas del fabricante rumano, aunque bien haría en mejorar un poco las cifras que ofrece en tierras asiáticas. Su motor desarrolla una potencia de 44 CV, mientras que la batería de 26,8 kWh de capacidad asegura una autonomía de unos 270 kilómetros. Su velocidad punta, eso sí, es de tan sólo 105 km/h. Si aumenta un poco sus prestaciones, valdría con esa misma batería para que su autonomía se quedase en las 100 millas antes mencionadas. Eso sí, la factura de 61.800 yuanes que se paga en China por él, que al cambio actual no llegan a ser ni siquiera 8.000 euros, seguramente fuese bastante más elevada aquí en Europa.

Lo que está claro es que todas las marcas, tengan el tipo de público objetivo que tengan, han de adaptarse a la electrificación de una forma u otra. Es indispensable para asegurar su propio futuro. Y, como en todos los casos, Dacia se verá obligada a aumentar el precio base de sus coches. ¿Hasta dónde? Seguramente ahí resida la clave para saber si siguen siendo una marca tan popular como hasta ahora.

Ya que hemos llegado hasta aquí, ¿quieres saber cuál es tu coche ideal?

Las opiniones expresadas en este artículo son las del autor y no tienen por qué coincidir necesaria o exactamente con la posición de Axel Springer o Auto Bild España.

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