¿Qué ocurre si llevamos al límite los frenos de disco de nuestro coche? Esta es la parte que no se ve de un burnout en un coche de propulsión trasera. Para hacerlo posible tenemos que pisar el freno y el acelerador al mismo tiempo. El freno para mantener el coche estático y el acelerador para dar potencia suficiente para romper la tracción y quemar neumático. Ahora bien, ¿cuánto sufren los discos de freno?

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Como podrás comprobar en el vídeo de Garaje 54, los frenos de disco sufren muchísimo cuando llevamos a cabo esta práctica. La acción comienza en el minuto 3:45 y continúa hasta el 6:30, cuando los presentes descubren que las pinzas están literalmente en llamas. Intuimos que el vídeo incluye algunos cortes para hacerlo más fácil de ver, por lo que es posible que sean más de tres minutos los que las pinzas de freno están mordiendo los discos.

¡Así sufren los discos de freno en un burnout!

El objetivo del vídeo era conseguir que los discos explotaran tras someterlos a un elevado estrés, aunque finalmente no ocurre pese a que se ponen al rojo vivo. Sin embargo, el calor destruye completamente todos los sellos de la pinza e incluso hace que los pasadores deslizantes de las pastillas se comben. No sabemos la temperatura exacta que alcanzan los frenos, pero si los pasadores de acero se doblaron tras la prueba es fácil que superara los 500 grados centígrados.

Por suerte, este Mercedes reemplazará el juego completo de discos, pinzas y pastillas de freno tras la prueba, por lo que no debería presentar ningún problema tras la exigente prueba realizada. Aunque esto no llegará a ocurrir si quemamos rueda durante 30 segundos, es bueno saber lo negativo que es para otros componentes del coche realizar un burnout. No te pierdas el vídeo.