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El viaje en el tiempo de Carlos Sainz, del F1 al Ferrari 412 P de 1967

Carlos Sainz pilota en Fiorano el Ferrari 412 P con el que la North American Racing Team finalizó en el tercer puesto de las 24 Horas de Daytona de 1967.

Carlos Sainz ha tenido la oportunidad de pilotar una de las joyas que forman parte de la historia de la Scuderia Ferrari, el Ferrari 412 P que compitió en las 24 Horas de Daytona de 1967. Esta unidad finalizó en el tercer puesto de aquella carrera, completando el triplete de la marca italiana tras los Ferrari 330 que acabaron en la primera y segunda posición.

El Ferrari 412 P completó 637 vueltas al legendario trazado americano hace nada menos que 55 años, alineado por la North American Racing Team, y magistralmente guiado por Pedro Rodríguez y Jean Guichet. 

El Ferrari 330 (nº 23) de Bandini y Amon, seguido del Ferrari 412 P de Rodíguez y Guichet (nº 26) en Daytona 1967
El Ferrari 330 (nº 23) de Bandini y Amon, seguido del Ferrari 412 P de Rodíguez y Guichet (nº 26) en Daytona 1967

Su gran resultado permitió que Ferrari pudiera cruzar la línea de meta con tres coches colocados en las tres primeras posiciones. La victoria fue para el Ferrari 330 P3/4 Spider de Bandini y Amon, seguido por el 330 P4 Coupé de Parkes y Scarfiotti. 

Cuenta la leyenda que el equipo y la factoría de Maranello decidieron, tras telefonearse al término de la carrera, cruzar la meta todos juntos para publicitar la imagen de su imponente victoria en todo el mundo.

Más de medio siglo después de aquella gesta, ahora es el español Carlos Sainz quien ha tenido la oportunidad de ponerse al volante de este Sport Prototipo con un prodigioso motor V12 en su interior, capaz de entregar 420 CV de potencia de alcanzar los 310 km/h de velocidad punta con 835 kilogramos de peso.

Como no puede ser de otra forma, Sainz aceptó la oportunidad de pilotar esta obra de arte, que ha sido restaurada durante más de cuatro años por el departamento Ferrari Classiche. Con una enorme sonrisa en la cara, en el Circuito de Fiorano, el español se introduce en el habitáculo, no sin dificultad, y sorprendido por la simpleza del interior... sobre todo en comparación con su F1 actual.

Sin exprimirlo más allá de los límites para cuidar su mecánica y conservar su impecable estado, Sainz pudo disfrutar de unas vueltas al trazado italiano, situado junto a la fábrica de la mítica Scuderia.

"Ha sido muy emocionante", dijo Carlos tras bajarse del Ferrari. "Nunca había conducido un Sport Prototipo, y mucho menos uno de esta época. Ha sido completamente diferente a todo lo que he conducido hasta ahora. Solo Ferrari puede permitirte experimentar algo así", añadió.

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