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Solo conduces este coche si eres un verdadero petrolhead

Nissan Skyline GT-R R32

Victor Delgado

Aunque a más de uno le parecerá una tartana.

Conducir un Nissan Skyline GT-R siempre es especial. El superdeportivo de Nissan, a pesar de que tenga ya varios años a sus espaldas, es uno de esos coches de verdadero petrolhead. Un modelo que llama la atención allá por donde pasa: para unos por ser un clásico moderno con un atractivo innegable y para otros por ser un 'hierro' viejo, una tartana que no debería valer nada. Pero para todos los que sabemos cómo funciona este negocio está bastante claro que dista mucho de ser esto último. Un Nissan GT-R es un Nissan GT-R, y mucho más si lleva también la palabra Skyline en el nombre.

Nissan Skyline GT-R: 22 años de espera

Toda esta sensación de ser un petrolhead se acentúa si vives en Estados Unidos, en donde los coches clásicos japoneses están en manos de unos pocos afortunados. Qué decir si se trata de un Nissan Skyline GT-R R32. El joven Mark Hutchinson es el dueño de una unidad y en el vídeo de más abajo explica qué siente al ser el propietario de uno de estos coches, lo que experimenta al conducirlo.

Por supuesto, su GT-R R32 es importado de Japón, así que tiene una auténtica joya al no haber muchos más en tierra yanqui. Según dice, la primera vez que se interesó por este tipo de coches fue allá por 1995, cuando un compañero de su clase se lo enseñó en una revista de coches japoneses. A partir de ese mismo momento se quedó con la boca abierta con modelos como el Silvia, conocido en Europa como el Nissan 200SX, o el propio Skyline.

Tan fascinado quedó con estos coches deportivos japoneses que, cuando finalizó la prohibición de llevarse uno a Estados Unidos en 2017, hizo lo propio. "Tuve que esperar 22 años para tener uno", dice Hutchinson. Sin embargo, también añade que "los últimos seis meses fueron los más largos de mi vida. Fue como correr una maratón y no poder terminarla justo antes de la meta. Eso sí, una vez que tuve el coche en mis manos no pude borrar la sonrisa de mi cara".

Independientemente de que te gusten o no este tipo de coches, el vídeo de este joven conduciendo su preciado Nissan Skyline GT-R R32 y la explicación de lo que siente hacia él deberían ponerte los pelos de punta. Es una buena forma de demostrar lo que significa su coche para un petrolhead. Por último, añadir que este modelo ha sido el elegido por muchísimos propietarios como base de tuning, pero Hutchinson ha optado por conservarlo en un estado prácticamente de serie, algo que le hace más singular si cabe.

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