Roba un coche y en la huida encalla en cemento fresco

Incluso para hacer cosas malas, conviene hacerlas bien. Robar un coche es una mala acción, pero para salirse con la suya, el ladrón tiene que ser inteligente, hábil o, preferiblemente, ambas cosas. Si no, puede pasar que todo acabe en una secuencia vergonzante como ocurrió en el caso que os traemos hoy.

Los hechos tuvieron lugar en Lakewood, en Washington, Estados Unidos. Una mujer robó un Mini Countryman, pero su huida no fue como esperaba: sin darse cuenta entró en una rotonda que estaban reparando, con el suelo todavía hecho de cemento fresco en el que el coche entró pero del que fue incapaz de salir.

El material hizo de trampa, dejando al Mini atascado, lo que hizo que la delincuente tuviera que seguir a pie con su escape. Lo curioso está en que, antes de separarse del vehículo, arrojó toda una serie de objetos al suelo, decidiendo llevarse consigo una botella de whisky… además de a un niño pequeño de cuatro años, su hijo, al que llevaba en el coche.

Según los comentarios que se pueden ver en el post publicado por el ayuntamiento de la ciudad, podría ser que la mujer hubiera secuestrado al niño antes de robar el vehículo, pero no está claro.

Llegada a mal puerto su huida al volante, la que siguió a pie tampoco la llevó muy lejos. La siguieron y llamaron a la policía, que la pudo localizar con facilidad. 

Aparentemente tanto el coche como los otros objetos robados que estaban en éste (parte de los cuales los lanzó fuera al proseguir su huída) pertenecían a la madre de la detenida. La mujer, de 32 años, ha recibido cargos por destrucción de la propiedad, conducción negligente y conducción bajo los efectos del alcohol, entre otros.

A pesar de lo aparatoso del resultado, el Mini se pudo recuperar del cemento y desde el Ayuntamiento aseguran que el incidente no ha supuesto ningún retraso en las obras del lugar, aunque sí ha sido necesario llevar a cabo reparaciones.

Imágenes: City of Lakewood, Washington - Municipal Government