La razón por la que el Koenigsegg Gemera no tiene un V8

Esta es la razón por la que el Koenigsegg Gemera no tiene un V8. Y es que la elección de montar un motor de tres cilindros contrasta con la opción de ubicar un potente V8 de 5.0 litros en el Jesko, otro de sus últimos modelos. El primer hiperdeportivo de cuatro plazas de Koenigsegg ha sido este modelo, un coche que además cuenta con infinitas innovaciones tecnológicas. Pero no, no cuenta con un V8.

El plan inicial era utilizar un V8 de aspiración natural con electrificación híbrida, pero los ingenieros descubrieron que la eliminación de los turbocompresores tenía “muy poco efecto sobre las emisiones”. Ese motivo les llevó a innovar y presentar el concepto Freevalve. 

“El concepto Freevalve de tres cilindros era algo que tenía en el fondo de mi mente, soñando durante unos 10 años: tener este pequeño monstruo súper compacto, capaz de combustible renovable de un motor que pueda reemplazar motores mucho más grandes”, dice Koenigsegg. 

Otra razón de peso es el espacio, pues montar un V8 reduciría considerablemente el espacio interior del deportivo. “Empezamos a empaquetarlo y todo empezó a encajar. Luego, realmente empezamos a presionar por el desarrollo de ese motor y, por supuesto, lo estábamos haciendo principalmente para el Gemera, pero ahora también vemos otras oportunidades para este motor”, contaba Koenigsegg.

Koenigsegg, por el momento, confía en los motores de combustión electrificados para el futuro a corto y medio plazo. “Creo que sería un error de la humanidad prohibir los motores neutrales en CO2 y con emisiones casi nulas que funcionen con combustibles renovables para ciertas aplicaciones. Especialmente vehículos de bajo volumen, porque no tienen absolutamente ningún impacto en el medio ambiente, o las emisiones de gases de efecto invernadero, si son neutrales en CO2”.