¿Por qué se calienta mi coche? Te damos 4 posibles motivos

Si en algún momento se calienta mi coche, desde luego no es buena señal. Pero, ¿por qué puede suceder esto? Las causas pueden ser de lo más variopintas, algunas de ellas con fácil solución y otras no tanto. Pero ojo, porque todas ellas, de no ponerle remedio, acaban en avería, y de las gordas. Lo suyo es que, a la mínima, detengas el coche para evitar males mayores. Vamos a repasar cuatro de los motivos más comunes por los que esto puede suceder.

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1. El radiador está sucio o taponado

Con el paso de los kilómetros el radiador se ensucia, hasta el punto de que puede dejar de hacer su función de forma correcta. Incluso podemos tener la mala suerte de que alguna bolsa o algo similar se quede enganchada. En este caso, si se calienta mi coche debemos parar inmediatamente y limpiar esta pieza. Si no existe ningún problema más, la temperatura del motor volverá a su sitio de forma inmediata.

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2. El termostato

Otra de las piezas que puede atascarse y provocar un exceso de temperatura en el motor es el termostato. La causa es que se bloquea el flujo de líquido refrigerante entre el propulsor y el radiador, con lo que el calentón está asegurado. La visita al taller en este caso será casi inevitable.

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3. Fallo en el ventilador

Todos los coches llevan un ventilador que debe activarse cuando la temperatura del motor supera, aproximadamente, los 95ºC. Es algo muy común en verano, con lo que si esta pieza no funciona como debe, los excesos de temperatura serán un hecho porque la del ambiente no ayudará a que el coche refrigere como debe. Se trata de una avería fácil de detectar, porque el ventilador se escucha con bastante claridad cuando funciona a pleno rendimiento.

4. Falta de líquido refrigerante... o fuga en el sistema

Si se calienta mi coche sin motivo aparente también puede ser que falte líquido refrigerante por la razón que sea. Conviene de vez en cuando comprobar que llevamos el depósito del mismo con el nivel adecuado. Si no es así, es posible que tengas una fuga en el sistema a través de la cual el líquido se va perdiendo poco a poco hasta que te quedas sin él.