Cómo prevenir las averías de tu coche

Seguramente, en alguna ocasión te has encontrado en esta situación: vas circulando tranquilamente por una carretera cuando, de improviso y sin motivo aparente, tu vehículo se para y no hay forma de arrancarlo. Como si de una ley de Murphy se tratara, muchas averías te dejan tirado en el peor momento y lugar posibles. Además te dá por pensar que prodría haber hecho para prevenir la avería de mi coche.

Al contrario de lo que ocurría hace una década, las averías de coche son cada vez más comunes, afectan a todo tipo de vehículos, independientemente de su antigüedad: actualmente, no es nada raro que te encuentres parados en el arcén de las carreteras incluso coches prácticamente nuevos. Muchas veces, la razón es que sus dispositivos han sobrecargado la electróblemas electrónicos se han convertido en uno de los principales causantes de las averías.

Otros motivos que pueden conducirte al taller son la rotura de la correa de distribución y los problemas en la gestión del motor. En estos y otros casos no tienes por qué quedarte cruzado de brazos, ya que si prestas un poco más de atención a la mecánica puedes prevenir las averías más comunes de tu coche.

Al fin y al cabo, tú eres el que mejor conoce el comportamiento de tu vehículo. ¿El motor da tirones o hace ruidos extraños? ¿Y ese silbido? Son avisos de la mecánica a los que no debes hacer oídos sordos, ya que una pequeña avería no subsanada a tiempo puede convertirse en una costosa reparación. Tampoco te olvides de los trabajos de mantenimiento fijados por el fabricante: regular la presión de los neumáticos, nivel de aceite y líquido refrigerante, inspecciones, cambios de filtros y líquidos... Son trabajos que forman parte de tus obligaciones como conductor.

Sistema eléctrico del automóvil

Las estadísticas y las quejas que recibimos en AUTO BILD demuestran que la electrónica de los modelos actuales se ve desbordada por la gran cantidad de dispositivos que incorporan. Por este motivo, la batería o donante de energía se convierte en una de las principales causas de problemas.

Este hecho hace necesario que dediques mayor atención al cuidado y mantenimiento de la batería:

- Control de carga: compruébala con un simple medidor. En el taller puedes informarte del estado de la batería.

- Si los vasos de la batería no están llenos, rellénalos con agua destilada. Ojo: ¡el ácido de la batería es corrosivo!

- Si haces viajes cortos y usas muchos dispositivos, casi no hay tiempo para recargar la batería: usa un cargador.

¿Problemas de arranque? Los arrancadores portátiles resultan de gran ayuda en estas situaciones.

Cuando escuches un chirrido, significa que la correa patina, por lo que es

necesario que la tenses: así podrá mover con fuerza el generador, que proporcionará a tu coche la energía necesaria. Si la correa de transmisión muestra signos de desgaste, cámbiala inmediatamente.

Las escobillas del generador se van desgastando con el paso del tiempo y disminuyen su rendimiento. Aunque el generador no muera repentinamente, esta pérdida de efectividad puede apreciarse en el testigo de la batería, que se enciende de forma aislada o repetidamente. En el taller te informarán del estado del generador: una reparación económica consiste en reemplazar las escobillas por unas nuevas. En el caso de que algún fusible se funda continuamente, el problema suele radicar en la electrónica del vehículo: es fundamental que, además de sustituir el fusible estropeado, encuentres la causa del problema y las soluciones. Ten siempre a mano recambios para los fusibles y las bombillas que utiliza tu coche.

En ocasiones, el motor de arranque no realiza su función porque el relé no empuja el piñón de arranque. En caso de avería, a veces ayuda un golpe en el relé de engranaje (cilindro de metal) del motor de arranque.

Sistema de encendido

Si no consigues abrir tu coche a distancia o arrancarlo, puede que la llave tenga la pila gastada: reemplázala. También es posible que en la zona exista un inhibidor de frecuencias que interfiera en la señal de la llave: empuja el coche fuera de esa zona o introduce la llave en la cerradura para abrirlo manualmente (revisa en el manual del coche la apertura de emergencia). Si tienes problemas con los mordiscos de roedores en la zona del motor, recubre los cables.

Cuando un coche antiguo no arranque debido a la humedad, generalmente podrás solucionarlo secando la tapa del distribuidor. Cuidado con el arranque del motor: si entra gasolina sin quemar al catalizador puede producirse una avería en el sistema de escape. Nunca acciones demasiado tiempo seguido el arranque.

Motor

La rotura de la correa de distribución puede provocar una costosa avería que afecte solo a las válvulas o incluso al motor de tu coche. Por ello, es muy importante que compruebes periódicamente la correa y la cambies de acuerdo con los plazos estipulados por el fabricante. Aunque no seas un mecánico experto, nunca está de más que eches un vistazo a la zona del motor: ¿están todos los cables en su sitio? ¿El motor hace ruidos extraños? No ignores ni el más mínimo detalle, ya que un pequeño defecto puede dar lugar a una grave rotura. Si quieres cuidar tu motor, controla y cambia regularmente el aceite.

Además, conduce de forma suave y evita acelerones bruscos hasta que el aceite del motor alcance la temperatura óptima.

Ruedas y neumáticos

Los neumáticos tienen un papel esencial en la seguridad del coche, y sin embargo se les suele prestar muy poca atención. Es importante que controles la presión de los neumáticos cada 15 días y antes de efectuar viajes largos (adapta la presión a la carga de tu coche).

Verifica además el dibujo de las gomas: aunque la profundidad mínima legal es de 1,6 milímetros, la posibilidad de sufrir un aquaplaning se incrementa considerablemente a partir de los 3 milímetros. Por otro lado, vigila la aparición de deformaciones en los neumáticos y, en caso de duda, solicita la opinión de un profesional. Por último, procura no pasar nunca por bordillos elevados; si es inevitable, intenta hacerlo con un ángulo muy abierto y circulando a velocidad reducida.

Refrigeración/calefacción

En época de vacaciones, no es raro que te encuentres coches parados en el arcén con el capó levantado y el radiador humeante. Por ello, es importante que controles el nivel del líquido refrigerante.

Si la temperatura se incrementa pese a que el nivel sea el adecuado, puede deberse a un problema en el termostato o el ventilador.

Existe un pequeño truco para lograr que la temperatura baje hasta que llegues al taller más cercano: sube la calefacción al máximo y pon el ventilador a pleno rendimiento. Es importante que observes continuamente el indicador de temperatura: si a pesar de este truco, no baja, apaga inmediatamente el coche. Cuidado: nunca abras el tapón del líquido refrigerante con el motor caliente ya que, debido al cambio brusco de presión, se produce una evaporación en forma de explosión de vapor y puedes sufrir quemaduras. Sólo en caso de necesidad: si el conducto está perforado, usa cinta aislante y acude rápido a un taller.

Sistema de inyección

Si el motor empieza a dar tirones, baja el rendimiento o consume más, es muy probable que se haya producido algún problema en el proceso de mezcla de carburante de tu automóvil. Acude a un taller para que diagnostiquen correctamente la avería y determinen si tu modelo tiene algún problema en el caudalímetro (medidor de masa de aire) o en la válvula de mariposa. El filtro del aire puedes cambiarlo tú mismo si eres un poco mañoso.

Si se rompe el cable del acelerador, en la mayoría de las ocasiones puedes unir los dos extremos con ayuda de una clema (similar a la que se emplea en las conexiones de cables eléctricos) para poder llegar a un taller: el cable debe moverse fácilmente y, con la ayuda de un aerosol de silicona, conseguirás que vuelva a deslizar correctamente.

Sistema de alimentación

Una medición correcta de la autonomía del depósito de combustible habría evitado a miles de conductores quedarse tirados en las carreteras españolas. Además, si apuras completamente el depósito del carburante, te arriesgas a que la suciedad depositada en el fondo entre en el circuito de combustible. Por otro lado, si un manguito tiene pérdidas, repáralo urgentemente ya que, además de sufrir riesgo de incendio, también provocas daños ecológicos y medioambientales.

Embrague y caja de cambios

Antes de emprender un viaje largo, es conveniente que compruebes el correcto funcionamiento del embrague. Para evitar sobrecargas, realiza estas pruebas una única vez: arranca el motor, pisa el pedal del embrague con el motor al ralentí y, después de unos tres segundos, la marcha atrás debe engranarse sin realizar ningún ruido extraño. El otro método es el siguiente: pon el freno de mano, mete la marcha más larga, acelera el motor hasta 2.000 rpm y suelta el embrague rápido: si el coche se cala, todo funciona correctamente

Reacciona correctamente en caso de avería

El motor da tirones, el vehículo que circula delante suelta vapor por debajo del capó o dos coches han chocado. Cuando no eres un bombero o policía y no trabajas en ningún servicio de asistencia en carretera, estas son situaciones poco habituales para ti. A continuación, te damos unos consejos para que sepas cómo actuar en situaciones de emergencia:

Primera ayuda: la regla más importante es mantener la calma y nunca hacer caso omiso: tú mismo podrías necesitar ayuda alguna vez; además, incumplirías la ley. No tengas miedo a hacer algo mal: presta atención a tu propia seguridad y, si hace falta, señaliza convenientemente el lugar del accidente. El chaleco reflectante resulta imprescindible para que puedan verte correctamente el resto de conductores. Recuerda: su uso es obligatorio en caso de avería.

Permanecer en el arcén resulta tremendamente peligroso: en caso de avería, refúgiate siempre detrás del quitamiedos de la carretera.

Si no dispones de un teléfono móvil, solicita ayuda a través de los postes SOS instalados en la carretera. Cuando solicites ayuda, recuerda siempre responder a las cuatro preguntas importantes: ¿dónde ha sucedido el accidente? ¿Qué ha sucedido? ¿Cuántos heridos hay? ¿Qué tipo de lesiones presentan? Prepárate también para responder a otras posibles preguntas que puedan hacerte. A continuación, atiende a las personas implicadas en el accidente.

Extinguir un fuego: las explosiones tipo Hollywood sólo existen en la televisión. Normalmente, un coche se quema en el arcén sin sufrir demasiados estallidos. Es recomendable que te familiarices con el uso del extintor antes de tener que utilizarlo en una emergencia. Importante:

- Si el coche está envuelto en llamas, ningún extintor pequeño podrá combatirlas.

- El fuego tiene que ser atajado en su primera fase.

- Para ello, es necesario extinguir las llamas desde abajo hacia arriba: quita al fuego el oxígeno mediante chorros de polvo precisos y bien dirigidos.

- Presta atención a la dirección del viento.

- Sigue alerta una vez que hayas apagado el fuego, ya que las altas temperaturas pueden reavivarlo muy rápidamente.

Remolcar correctamente: a la hora de ser remolcado, extrema la precaución: mantén la cuerda tensa en todo momento y prepárate por si tienes que frenar en cualquier instante, ya que, al fin y al cabo, el vehículo que circula delante se encuentra a escasa distancia del remolcado.

Importante: deja claras tus intenciones al volante, haz una conducción previsible y utiliza la iluminación de emergencia.