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Prueba: ¡Nos subimos al futuro camión eléctrico de MAN!

Camión eléctrico de MAN

El fabricante de Múnich de vehículos industriales, MAN, está desarrollando un camión eléctrico, el MAN eTRUCK especial para el tráfico urbano. Nosotros ya nos hemos subido a un modelo preserie para ver cómo se comporta, desde el asiento del copiloto. Prueba: ¡Nos subimos al camión eléctrico de MAN!

Es un camión de 26 toneladas con una configuración de ejes 6x2, que se basa en el MAN TGM. Su enfoque, como ya hemos dicho, es el transporte en ciudad. Con su armazón de puente intercambiable permite usos diversos. Desde el transporte de alimentos refrigerados hasta camión de basura. Puesto que en la práctica no emite ningún gas nocivo y apenas hace ruido, la idea de la marca es mejorar la calidad de vida en las ciudades. Y eso implica que puede operar por la noche, sin molestar al vecindario.

Así es su motor eléctrico

Está situado en medio del armazón del vehículo y rinde 264 kW (359 CV). Se alimenta por un paquete de baterías colocados en los lados del armazón, y bajo la cabina. Cuando van totalmente cargadas, el camión puede recorrer hasta 180 kilómetros sin repostar. Los 3.100 Nm de par se proyectan directamente a las ruedas de tracción. Una suspensión neumática regulable en los dos ejes no solo permite nivelar el camión en función de la carga, sino que mejora notablemente el confort de marcha.

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En 2018 empezarán las pruebas en tráfico abierto en Austria, para demostrar sus capacidades en el día a día. Lo probarán nueve empresas de logística de ese país, la mayoría, como transporte de productor refrigerados. Pero habrá más variedad, y se probará también como camión articulado.

Así rueda

Camión eléctrico de MAN

Nos hemos subido durante unas pruebas en el aeropuerto de Schönefeld de Berlín. Nos hemos colocado en el asiento del copiloto. Tan pronto el conductor pone la palanca en la posición D y pisa a fondo el acelerador, el camión de pone en marcha en casi absoluto silencio. Desde fuera, solo se oye un leve zumbido. La marca ha prescindido de una transmisión y la fuerza se proyecta directamente a las ruedas, por eso la sensación de empuje es más acusada de lo habitual en un camión.

A pesar de su elevado peso, acelera con inesperado brío. Gracias a la suspensión neumática, uno casi ni se entera de las irregularidades del asfalto. Por medio de una palanca, el conductor puede regular la potencia del freno motor en tres niveles.

Al finalizar el recorrido, una cosa me queda clara: con camiones tan silenciosos como este, las noches serían mucho más plácidas en los centros de las grandes ciudades. Y las mañanas, también.

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