Prueba Mercedes GLS 400d: solución habitacional de lujo
Aquí tienes la prueba del Mercedes GLS 2020 y te lo digo ya: es una pasada. Lo primero que llama la atención es su tamaño. Su carrocería sobrepasa los 5,2 metros y en su interior es capaz de albergar tres filas de asientos sin problemas ni excesivas apreturas.
Con respecto a la anterior generación, este nuevo Mercedes GLS se viste de gala y adopta la línea de diseño que Mercedes ha ido transfiriendo a todos los modelos que se han ido renovando. Ahora luce más moderno y su estampa es espectacular
El frontal está muy marcado, con una impresionante parrilla y ambas entradas de aire con estructura de panal. Parece firmado por AMG, aunque no está tocado por la varita mágica de la sección más deportiva de Mercedes.
Un frontal prominente y elegante a la vez
Pero destacan los faros, que lucen muy elegantes y albergan mucha tecnología. Llevan Multi Beam LED de serie, lo que significa 112 pequeños diodos LED por cada faro, que permiten proyectar un haz hasta 650 metros y adaptarse continuamente a las necesidades de luz en cada momento. Por ejemplo, puedes llevar las luces de carretera continuamente conectadas sin deslumbrar al que viene de frente.
Sigo analizando el exterior de este enorme SUV premium y me fijo en el lateral, donde encuentro unos destacados pasos de rueda, hombros muy resaltados a derecha e izquierda, que le dan al coche un aspecto realmente imponente. Lo más interesante es que Mercedes ha logrado que la zaga, además de imponente, sea muy elegante.
Salto al interior. La mezcla de calidad, buenos materiales y tecnología es apabullante. ¿Cómo se puede mejorar esto cuando llegue la siguiente generación? Y a todo eso hay que añadir el espacio. Da igual dónde mire o lo que toque: hay lujo por doquier.
El cuero es de serie en el Mercedes GLS 2020 que estoy probando y los cómodisimos y enormes asientos vienen con función de masaje por 3.600 euros. Por su parte, por 935 euros puedes incluir hasta 5 zonas de climatización independiente (de serie son 4) y por supuesto, viene la última versión del MBUX. Dos pantallas de 12,3 pulgadas conforman un display gigantesco. Desde ahí puedes configurarlo todo en este enorme SUV.
Espacio para dar y tomar
Paso a la segunda fila. Como dice la persona que me alquila la plaza de garaje (en la que gracias a Dios cabe este enrome trasto), el lujo es espacio, y tengo espacio casi para estirar las piernas en la fila central.
En estos soportes del respaldo delantero se pueden instalar tabletas opcionalmente para que tus criaturas puedan ver películas, jugar o lo que quieran (con tal de que no te desconcentren al volante). Sin duda es todo muy cómodo.
Lo que viene a continuación es para nota. Quiero ver cómo me siento en la tercera fila. Para eso, tengo que echar el asiento de la segunda fila hacia. Y lo puedo hacer de manera totalmente eléctrica. Así el acceso ese mucho más cómodo y fácil.
VÍDEO: Mercedes GLS 2020, una nueva bestia que ya hemos probado
Mercedes asegura que aquí pueden sentarse personas de hasta 1,94 de altura y quizá sea cierto. Con mis 1,85 no llego a dar con el techo, aunque estas plazas, siendo de lo mejorcito que hay en el segmento, no valen para que personas de una envergadura como la mía viajen cómodos durante muchos kilómetros.
Prueba Mercedes GLS 2020, zona de carga
¿Y el maletero? Salgo del interior y me dispongo a ver qué me encuentro. Para empezar, el inmenso portón eléctrico da cobijo a 355 litros, que puestos a pensar, no son demasiado dadas las magnitudes de este Mercedes 2020 GLS que estoy probando. Pero con todo, tiene 51 litros más que el modelo anterior.
Lo bueno es que dispongo de unos cómodos botones para plagar la tercera fila de una forma rápida y sencilla. Ahora el volumen del maletero crece hasta unos generosos 890 litros, Y si pliego los respaldos de la segunda fila llego hasta los 2.400 litros, que es una barbaridad y te valdrán para hacer pequeñas mudanzas o ir a Ikea son miedo.
La guinda: tengo un pequeño botón a mi disposición con el que la carrocería baja en 50 milímetros, lo que te facilita la carga del equipaje.
El corazón de esta mole es diésel
Bajo el capó cuento con la versión 400d con 330 CV. Se trata de un bloque de aluminio de seis cilindros en línea que desarrolla la brutalidad de 700 Nm desde solo 1.200 vueltas de cigüeñal, lo que hace que este GLS se mueva fácilmente en cualquier circunstancia.
Lo que me divierte mucho y es algo con lo que no contaba es la precisión quirúrgica con la que gira este coche. La dirección es directa (aunque no es muy comunicativa) y el cambio automático de nueve velocidades 9 G-Tronic inserta limpiamente, con suficiente rapidez (no le pidas la velocidad de un cambio de un F1) y con suavidad. Apenas te enteras cuando va subiendo de marchas y eso se traduce en confort y más confort.
Dado que este Mercedes GLS 2020 pesa más de 2,5 toneladas, no te puedes permitir muchos excesos con el acelerador. No, porque en ningún caso las sensaciones son deportivas. Es cómo estar exigiendo a esta mole comportarse como ni sabe ni quiere hacerlo.
Confort máximo de serie
Más que querer ir pegado al suelo, lo suyo es exigirle el máximo confort, incluso al transitar por una carretera de montaña camino de las pistas de esquí. El GLS viene de serie con la suspensión neumática Airmatic y amortiguadores adaptativos, que consigue un elevadísimo nivel de confort sin que por eso la carrocería balancee en exceso.
En deportividad no, pero en confort de marcha, este GLS te va a desbordar. Sobre todo gracias a su chasis activo, que va a hacer que las irregularidades del asfalto prácticamente desaparezcan. El milagro es llama e-Active Body Control. Y desde luego, es un prodigio opcional (cuesta más de 9.000 euros) de comodidad y conducción agradable.
A cambio te da el máximo confort. Se trata de un sistema de suspensión neumática que regula los muelles y amortiguadores de cada rueda de forma individual en función de la información que recibe de una cámara que informa del estado del asfalto, para que el chasis se prepare para lo que le viene por delante y reaccione de forma óptima. Y esto no solo lo vuelve más cómodo, sino que también lo estabiliza en las curvas.
Digno en caminos de tierra
¿Y si se te ocurre salir del asfalto y rodar por caminos de tierra? No es ninguna locura: el Mercedes GLS 2020 pasa sin inmutarse por las pendientes de los caminos de tierra gracias al sistema de tracción integral de Mercedes 4Matic. Ofrece 23 grados de ataque, 21 de salida y 16 entre ejes.
Además, los numerosos asistentes y toda la electrónica del mundo hace que superar las pistas más resbaladizas sean cosas y cantar siempre que no te encuentres con barro profundo o nieve y no lleves los neumáticos adecuados (si no calzas las gomas adecuadas, ni la mejor tracción del mundo te saca del apuro).
Precio
Me queda hablarte del precio. Como te habrás imaginado, el Mercedes GLS 440d de esta prueba no es barato. Cuesta 99.775 euros y con todos los extras que lleva esta unidad se te va muy por encima de los 110.000.
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