Prueba: Mercedes EQV. La Clase V es aún mejor si es eléctrica

Lo que parece un Mercedes Clase V tuneado a primera vista, no es ni más ni menos que el futuro de las vans. Con el Mercedes EQV, Mercedes ofrece un Clase V completamente eléctrico. Y ya nos hemos puesto al volante de este monovolumen con emisiones cero. Prueba: Mercedes EQV, la Clase V aún mejor si es eléctrica.
VÍDEO: El EQV en acción
Todo comienza con una estética muy similar a sus hermanos diésel. Los faros son LED con fondo negro. La parrilla cromada es nueva y se ve muy sofisticada. Pero además, monta unos retrovisores exteriores negros, llantas de aleación de 17 pulgadas (18 en opción) rediseñadas para una conducción eléctrica, suspensión neumática opcional y un perfil AMG en el portón trasero.

Por cierto, habrá disponibles dos longitudes: larga, que será la habitual, con 5,14 m de longitud y extralarga, con 5,37 metros.
En lugar de bloques de cuatro cilindros, el EQV viene con un motor eléctrico que entrega 204 CV (150 kW) a las ruedas delanteras y un par de 362 Nm. La capacidad de la batería es de 100 kWh, que no solo proporcionan una velocidad máxima de 160 km/h (se puede regular a 140 km/h), sino que también permite un alcance de hasta 357 kilómetros o de hasta 482 km en recorrido urbano y todo según ciclo WLTP.

Su peso total respecto a la versión diésel ha aumentado en unos 400 kilos, pasando la masa máxima admisible de 3.100 kg de la de combustión a los 3.500 kg de esta versión eléctrica. Y para ello se ha reforzado la suspensión trasera.
A bordo, y al tener tracción delantera (trasera las de combustión), el hueco ocupado por el eje de transmisión y el depósito de combustible se ha utilizado para la batería de iones de litio, por lo que a bordo, todo el espacio se mantiene inalterable. Bueno, también se ha aumentado la altura total del vehículo en 2 cm (ahora 1,90 m) para, precisamente, conservar todo ese tremendo espacio interior.
Para Mercedes era especialmente importante que la funcionalidad de la Clase V no esté restringida incluso en la versión eléctrica. Con la excepción del cuero azul y los acentos en oro rosa, el estudio parece extremadamente familiar, simplemente un típico representante de la Clase V.
Seis asientos individuales van instalados en el EQV, pero al igual que en la Clase V normal, entran un máximo de ocho personas.
Llevará el sistema MBUX
Desde la perspectiva del conductor, lo primero que notará es el tablón de instrumentos en "Midnight Blue" es la gran pantalla en la consola central, en esta unidad de pruebas de 10,25 pulgadas y opcional por 667 euros y que incluye el control de voz "Hola, Mercedes" a bordo. Aunque los instrumentos están adaptados a la unidad eléctrica, son analógicos y en el reloj de la derecha podrás ver si está recuperando, o si te estás pasando con el acelerador, pasando de la zona 'Economy'.

Prueba en el centro de Madrid
A diferencia de los motores diésel actualmente disponibles con dos litros de cilindrada, este coloso de casi tres toneladas empuja de forma tan silenciosa como vehemente. A cada paso, es tan poderoso que uno piensa que la Clase V hubiera estado esperando una transmisión eléctrica, porque es su elemento natural.

En curvas rápidas, el bajo centro de gravedad del EQV causa una impresión de aplomo muy placentera, aunque se notan las inercias de su peso.
Si hablamos de su autonomía y consumo, como va tan bien dotado, a velocidades elevadas, la pérdida de autonomía no es demasiado grande. En un recorrido por Madrid, circulando por la M-40 y en su mayoría por el centro de la capital (c/ Gran Vía incluida, un acceso permitido por su etiqueta Cero de la DGT) el consumo que registramos fue el que puedes ver más abajo: poco más de 28 kWh/100 km lo que daría una autonomía real de más de 300 km. Pero hay que tener en cuenta que 'jugué' bastante con el acelerador y con los niveles de recuperación, así que esa autonomía, en condiciones reales y 'más tranquilas' debe subir bastante y situarse más cercana de los 400 km.

Hablando de sus posibilidades de retención, hay 5 niveles que puedes manejar con las levas situadas detrás del volante. Desde el D+ que no ofrece retención alguna, hasta el D-- (sí, doble 'menos') que te permitirá conducir sin frenos a poco que te anticipes, también tienes la D, el D- o el D Auto, que podrás fijar accionando la palanca izquierda dos segundos y que adaptará la velocidad en base a las señales de límite de velocidad, a la ruta establecida en el navegador y al tráfico que encuentres. Inteligencia artificial al canto.
Asimismo, cuanta con cuatro modos de conducción: el modo Comfort (estándar al encender el vehículo), el Sport, o dos 'E' de Economy, uno normal y otro '+', o sea 'plus' que ofrece la máxima autonomía posible.
¡A la carga!
Vamos a ver en cuánto tiempo se carga el nuevo Mercedes EQV. Ya sabes, todo depende de dónde lo enchufes. Si es a corriente alterna, trifásica a 11 kW, se cargará del 0 al 100% en unas 10 horas. Si es de las de casa, o sea, monofásica a 7,4 kW, tardará 13 horas. Si es de las de casa más normales, a 3,6 ya ni te cuento... Pero gracias a la función de carga rápida, se podrá cargar la batería del 10 al 80% en solo 45 minutos, eso sí, a 110 kw. Esta batería está garantizada por 150.000 km u 8 años.

Si te preocupa el cargador, tranquilo. En el mismo concesionario de la estrella, te informarán de su acuerdo con Iberdrola, por el que te suministran el mismo con instalación incluida, por 1.500 euros más IVA si eres particular y por 1.900 más IVA si eres profesional.
La guinda de este apetecible pastel es que se fabrica íntegramente en España, más concretamente en Vitoria, desde donde salió la primera unidad el día 4 de septiembre de 2020 y desde donde se servirán unidades a todo el mundo.
Respecto a su precio, claro, no es que sea barata, pero ofrece mucho a cambio de los 79.084 euros que cuesta. Por lo menos, en su programa de movilidad, te prestarán un Clase V diésel durante los 30 días que elijas al año para que puedas irte de vacaciones con más tranquilidad y eso gratis durante dos años.
El Clase V, necesitaba este Clase EQV. Porque resulta de lo más acertado en todos los sentidos.
Valoración
En esta prueba del Mercedes EQV comprobamos que la Clase V es aún mejor si es eléctrica. Tiene más empuje y un comportamiento más aplomado.
Lo mejor
Suavidad y empuje en marcha. Habitabilidad y comodidad. Tecnologías de seguridad disponibles.
Lo peor
Precio elevado. Muchos elementos en opción. Tiempos de carga muy elevados en enchufes 'normales'.
Descubre más sobre Alfredo Rueda, autor/a de este artículo.
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