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Este preparador consigue el Opel Astra más gordo que puedas ver con su imagen tipo DTM

Opel Astra IRC Irmscher

Hace tiempo que Opel ha abandonado sus modelos más prestacionales bajo la denominación OPC. Afortunadamente, hay preparadores que tapan esa carencia con creaciones como esta, el Opel Astra más gordo con una imagen que recuerda al DTM.

Muchos echan de menos los modelos OPC de Opel, como el Corsa y el Astra. Lamentablemente, la marca del rayo prescindió de ellos hace tiempo y no hay esperanzas de que vuelvan, pero hay un preparado que ha creado el Opel Astra más gordo que puedes ver hoy, con una imagen que recuerda al DTM.

A nosotros nos recuerda a los coches DTM y, por un momento, se nos viene a la imagen el Astra DTM que compitió entre el 2000 y el 2003, aunque el preparado que ha ejecutado esta obra afirma que se ha inspirado en el Campeonato del Mundo de Rallys. 

Tenemos aquí el Opel Astra IRC, desarrollado por Irmscher, un estudio de diseño alemán con sede en Remshalden, que ha dotado al compacto alemán de un aspecto realmente salvaje. 

El coche se ha presentado en forma de render, aunque no el preparador no descarta una pequeña producción de varias unidades. No ha entrado en detalles, pero suponemos que seguirá adelante con el desarrollo, dependiendo del interés que despierte por parte de potenciales clientes.

 

Este preparador consigue el Opel Astra más gordo que puedas ver con su imagen tipo DTM

Opel Astra IRC Irmscher

Lo más destacado del Opel Astra IRC son los guardabarros delantero y trasero, significativamente más anchos y con rejillas de ventilación integradas, que cubren las llantas de aleación Hydra Star de 20 pulgadas.

En el frontal, el Astra recibe un parachoques rediseñado con tomas de aire más grandes y un splitter de generosas dimensiones. El mismo tema continúa en la parte trasera, donde el protagonismo es para el enorme alerón con soportes en forma de cisne, quizá algo excesivo para un coche de este tipo. También es destacable el amplio difusor con salidas de escape dobles incorporadas y una tercera luz de freno.

Aunque el preparador alemán no ha mencionado ninguna modificación en el chasis, por las imágenes se deduce que cuenta con una suspensión rebajada y se ha aumentado el ancho de vías. 

Poca potencia para lo que transmite su apariencia

En cuanto al motor, utiliza el mismo sistema de propulsión híbrido enchufable del Astra GSe, el modelo tope de gama actualmente. Es decir, tenemos un motor de cuatro cilindros turbo de 1.6 litros unido a otro eléctrico, pero la potencia se eleva hasta los 260 CV y 360 Nm de par, en lugar de los 225 del modelo de serie. 

Es una potencia que deja a este Astra cerca del nuevo Volkswagen Golf GTI (esta es nuestra prueba), pero lejos de otros compactos deportivos, como el Mercedes-AMG A 45 S y el Audi RS3 Sportback. Toda la potencia se transmite al eje delantero a través de un cambio automático de ocho velocidades.

Con algunas modificaciones en el motor, Irmscher podría conseguir aún más potencia, aunque no tanto como transmite su apariencia exterior. Bastaría con utilizar el sistema de propulsión del Grandland GSe, con 300 CV, aunque esta configuración no está disponible en el Astra.

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