El Mercedes G63 de Lumma es sencillamente salvaje
El Mercedes Clase G es una mala bestia de la automoción: impone, es enorme y puede con prácticamente lo que le echen. Sin embargo, se queda pequeño si lo ponemos al lado del G63, su variante más radical. Pero, de nuevo, hay para quien todavía no es suficiente, como la gente de Lumma, que ni cortos ni perezosos han decidido mostrar (de momento de manera virtual) como será su creación sobre el AMG, el G770.
Y aunque su imagen sea muy potente, primero tenemos que hablar de algo que nos deja en bandeja su propio nombre: la mecánica. y es que ese ‘770’ indica a todas luces la cifra a la que van a llevar la potencia del motor 4.0 V8 biturbo que trae el modelo de serie, por si los 585 CV que entrega al salir de fábrica se quedaran cortos. A nivel mecánico, también se aprecia un nuevo kit de escape con dos salidas en el lateral.
Una vez terminado con este aspecto, pasemos al que entra por los ojos. Es difícil conseguir que un Clase G intimide más de lo normal, pero el de Lumma lo consigue. Su carrocería se ha rebajado, los pasos de rueda se han ensanchado 80 milímetros en el eje delantero y 40 mm en el trasero, los paragolpes son específicos, la parrilla luce listones verticales negro y reemplaza la estrella de la marca por el escudo del taller, la carrocería tiene un acabado bitono que divide la parte superior y la inferior, las llantas son hasta de 24 pulgadas, el capó tiene salidas de aire en los laterales y se ha instalado un alerón en la zaga.
El preparador solo lo ha mostrado en combos de colores verde/negro y granate/negro, pero es de esperar que se ofrezcan más opciones cromáticas, que luego van a juego con el interior. el habitáculo presenta el mismo acabado bitono con costuras de contraste y tapicería de piel y Alcantara, en el que tampoco faltan las numerosas molduras de carbono.
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