Logo Autobild.es

La historia de la misteriosa ventana 13 del Citroën XM

citroen-xm
Esta es la historia de la misteriosa ventana 13 del Citroën XM, una berlina que estuvo en activo entre 1989 y el año 2000, cosechando 333.700 unidades vendidas.

El Citroën XM fue un vehículo, predecesor del C6 que llegó más tarde, que estuvo en activo entre 1989 y 2000. Se comercializaron 333.700 unidades en ese período de tiempo y obtuvo en toda su vida un total de 14 premios, entre los que destaca el Coche del Año en Europa en 1990. Diseñado por Bertone, este vehículo de aspecto futurista creado para rivalizar con los grandes sedanes alemanes, contaba con una misteriosa ventana 13, y esta es su historia.

Citroën CX Tissier, el extraño chevrón

Bertone le otorgó al XM un aspecto afilado, en forma de uña y de líneas muy rectas, donde destacaba una cabina rodeada de ventanas para crear una atmósfera de amplitud y confort en el interior. Inicialmente, el XM de Citroën iba a estar equipado con un motor rotativo como los que ofrecían los modelos de Mazda, pero finalmente se decantaron por unidades de cuatro cilindros diésel y gasolina, así como un potente V6 como colofón en la gama.

La historia de la misteriosa ventana 13 del Citroën XM

citroen-xm

Su predecesor, el CX, ya sentó las bases de lo que estaba por venir con el XM cuando Citroën lo reveló en 1989. El prestigioso estudio de diseño italiano pensó en una configuración de doce ventanas (cinco en cada lado, además de la luna delantera y la trasera), otorgando una visión 360º del exterior, a lo que contribuían sus delgados pilares que no entorpecían el campo de visión de sus ocupantes.

Pero, lo más destacado de todo, es la misteriosa ventana 13 del Citroën XM. La firma de los dos chevrones concibió el XM como un vehículo destinado a mimar a sus ocupantes, con todo tipo de lujos que incluían cómodos asientos y un sistema de suspensión electrónica. Aunque iban un poco más allá, ya que también cuidaron un detalle importante como es la adecuación de temperatura dentro de la cabina.

citroen-xm

Y es que, al tratarse de una berlina de cinco puertas, al abrir el maletero, el exterior se comunicaba con el habitáculo, lo que provocaba que el calor entrara en verano y se escapara en invierno, así como el viento, lo que provocaba que los ocupantes de las plazas traseras no estuvieran tan cómodos cuando alguien abría el maletero. Los ingenieros de Citroën pensaron en una ingeniosa solución que, si bien pasaba ligeramente desapercibida, lo cierto es que contribuía a hacer del interior del Citroën XM un lugar más confortable.

El XM disponía de una decimotercera ventana ubicada entre el habitáculo y la luneta posterior, la cual cerraba el habitáculo e impedía que, cuando el maletero se abría, los cambios de temperatura molestaran a los pasajeros. Esta ventana 13, que puedes ver en esta foto, convertía el XM en un coche de cuatro puertas o de cinco cuando los ocupantes así lo deseaban, ya que, además, se podía levantar, dando paso libre al interior y mejorando la capacidad de carga del maletero.

Aunque jamás llegó a batir a los rivales de Audi, BMW o Mercedes-Benz, el Citroën XM puso de manifiesto el ingenio del fabricante francés.

Descubre más sobre , autor/a de este artículo.

Conoce cómo trabajamos en Autobild España.