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Grandes coches que no triunfaron: Ford Scorpio

Ford Scorpio

Rodrigo García Vita

La batalla con los fabricantes europeos y el Caballo de Troya de Merkur

Las peripecias de Ford a lo largo de la historia son muchas, y desde luego reafirman el carácter innovador y empresarialmente osado de la marca estadounidense. El Ford Scorpio es quizá uno de esos ejemplos: un coche familiar con una corta pero interesante historia.

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Lanzado en 1985, solo extendió su vida hasta 1998. Una vida que lo llevó por Europa e incluso a Estados Unidos, bajo la marca Merkur. Algo de lo que hablaremos más tarde, porque esa historia es de las que llevan escrito Ford en la matrícula.

Una berlina de lujo al estilo europeo

Ford Scorpio

El Ford Scorpio nació en el seno de la creciente demanda estadounidense de modelos europeos de BMW o Mercedes. Coches de altísima calidad y con una mecánica afinada, además de exóticos en cierto modo.

Con líneas mucho más redondeadas que su predecesor, el Ford Granada, y con un interior de cuero en sus mejores acabados, con madera en el salpicadero y una botonería al más puro estilo del viejo continente, el Scorpio quiso conquistar el segmento de las berlinas.

Los detalles dejaban entrever las intenciones de los americanos. Incluso los asientos traseros llevaban configuración eléctrica del respaldo. Una característica que es todo un lujo hoy en día y nada común en muchas de las mejores berlinas del mercado.

El Scorpio también contó con versiones Cosworth, como era común en muchos modelos de Ford, con motorizaciones turboalimentadas de hasta 6 cilindros y 2,9 litros con tracción integral que en la primera versión alcanzó 150 CV y más tarde rozó los 200 CV.

El coche duró tres generaciones, a cada cual algo peor que la anterior. Un diseño que no terminó de convencer, una mecánica que no suponía ningún avance real, mantenimientos algo más caros que los de la competencia... Se convirtió en uno de esos coches fantasma que no venden mal, pero aportan más bien poco a una marca.

Acabó en el más absoluto olvido, y en 1998 se cerró su producción en Alemania, a cargo de la Ford Motor Company Europe.

Merkur Scorpio: el intento de Ford por conquistar EE. UU con un coche europeo (más o menos)

Merkur Scorpio (Ford)

Sí, totalmente verídico. Ford vino a Europa a fabricar un coche americano de tintes europeos, para volverlo a llevar a Estados Unidos bajo el nombre de Merkur e intentar hacerse un hueco en el mercado de las berlinas del viejo continente, pero en su casa.

El coche se llevó a territorio norteamericano con el acabado Executive, el mejor para el interior, y con algún que otro cambio exterior, sobre todo en cuanto a ópticas, por la normativa estadounidense. Los concesionarios de Lincoln-Mercury se encargaron de la distribución, pero las ventas fueron prácticamente nulas.

La berlina, a efectos reales, no fue ni mucho menos mala. Sin embargo, una nueva marca como Merkur no caló en los clientes, como era fácil de prever. Además, su elevado precio para una escasa potencia y motor no casaba con la cultura americana de grandes motores, muy arraigada en compañías como Chevrolet, Cadillac o Dodge.

La exportación a casa solo le duró a Ford tres años, y Merkur no tardó en desaparecer ante la debacle que supuso la aventura del Ford Sierra y el Scorpio.

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