La DGT no se cansa de decirlo: las distracciones al volante pueden ser causa de accidente; el exceso de velocidad, también. Si ambos factores van unidos, la catástrofe está casi asegurada como en el caso de este conductor que grabó su propio accidente a 200 km/h.
El individuo en cuestión se encontró con una larga recta por delante, asi que decidió ver de qué era capaz su coche. Pisó el acelerador, siguió pisando... y cuando vió que el velocímetro marcaba los 200 km/h retiró la vista (y el teléfono móvil con el que estaba inmortalizando su 'hazaña´) de la carretera para tomar una prueba la velocidad a la que circulaba.
Pero las dos cosas son totalmente desaconsejables al volante y la mezcla de ambas dió lugar al desastre: el conductor que se creía un héroe terminó por grabar su propio accidente a 200 km/h.
Durante los escasos segundos que la grabación toma al coche en circulación se escucha música árabe de fondo; después del impacto, todo es silencio. El usuario que ha subido el vídeo a Youtube asegura que, como consecuencia del impacto, el conductor falleció.