Logo Autobild.es

Fallece Alan Kempster, piloto capaz de correr con una mano y una pierna

Alan Kempster

Diego de Arístegui

Alan Kempster nos ha dejado a los 56 años de edad y tras haber demostrado que no existe ningún límite a los sueños de cada uno. Un piloto capaz de ir rápido en moto con sólo una mano y una pierna.

Brutal choque entre una BMW S 1000 RR y una Suzuki GSX-R1000

Fallece Alan Kempster, piloto capaz de correr con una mano y una pierna. Este australiano ha perdido la vida a los 56 años de edad, pero en todo este tiempo se ha encargado de enseñarnos varias lecciones a todos los seres humanos del planeta. Su historia es, sin duda, uno de los mejores ejemplos de superación que se pueden encontrar en el motociclismo

Kempster sufrió un durísimo revés en su vida en 1990. Él se encontraba disfrutando de su motocicleta cuando un conductor de camión ebrio se cruzó en su camino y provocó un accidente en el que Alan fue el más perjudicado. Sufrió la amputación de su mano derecha y también la de su pierna en ese mismo lado. 

VÍDEO: Consejos para que tu moto vaya siempre como la seda

Como piloto de motos que era, esta circunstancia supondría un bajón tremendo para sus ánimos. Sin embargo, Alan Kempster no se rindió en ningún momento y cuando salió del hospital fue buscando la forma de volver a competir en moto. Y lo consiguió, vamos que si lo consiguió. 

Todo su pilotaje se centraba en el lado izquierdo, donde se encontraba el acelerador, el embrague, el freno y la maneta de cambio de marchas. Alan tenía el talento, y sobre todo las ganas de ir en moto, y eso fue precisamente lo que le permitió volver a competir en la disciplina que más le gustaba, incluso rindiendo al mismo nivel que otros pilotos sin su problema físico. 

Gran piloto, mejor persona

Además de su tenacidad, Alan Kempster también presumía de un sentido del humor fabuloso. Su dorsal en las competiciones era el 1/2, en alusión directa a su problema. De hecho, cuando quiso obtener su licencia de competición, un agente le comentó que qué sucedería si se caía y se rompía el brazo o la pierna, a lo que Alan respondió: "Tengo un 50% de probabilidades menos de romperme un brazo o una pierna". 

El ejemplo de Alan Kempster demuestra que el único límite que existe en esta vida es el que se pone cada uno a sí mismo. No importa que la gente te diga que no puedes conseguir algo que te propones. Si tú te ves capaz de conseguirlo, el tiempo terminará dándote la razón. Gracias por tu continuo ejemplo Alan y Ride in Peace.

Conoce cómo trabajamos en Autobild España.