Coches míticos para verdaderos amantes del motor, Abarth Punto
Inspirado en los rallys.
Durante muchos años, Abarth tuvo un importante prestigio en el mundo de las carreras y en el segmento de los coches deportivos. Pero ese prestigio se había disipado en las últimas décadas, hasta que se produjo un relanzamiento de la marca a mediados de los 2000. Y el primer producto de esa nueva era fue el Abarth Punto, un coche que acabaría siendo mítico.
Esta segunda vida de la marca italiana suponía una reinterpretación moderna de lo que solía hacer en el pasado, empezando por las carreras y siguiendo por los prototipos y kits de conversión, así como accesorios de moda que reflejan el estilo de vida de la marca.
Presentado en Ginebra en 2007, junto a un prototipo con el kit ‘EsseEsse’, el Punto fue el primer producto de esta nueva etapa del escorpión, basado en el Fiat Grande Punto y en el posterior Punto Evo.
Un coche pensado de carácter urbano, pero que, con la preparación de Abarth adquiría dotes más propias del mundo de los rallys.
Más allá de las modificaciones estéticas gracias a un kit deportivo, el Abarth Punto incluía importantes mejoras en la mecánica y en el motor, además de soluciones electrónicas.
Coches míticos para verdaderos amantes del motor, Abarth Punto
El Grande Punto era uno de los utilitarios más atractivos de la época y la versión Abarth atraía aún más, gracias al kit estético que incluía unos paragolpes específicos, aletas, faldones laterales, un difusor trasero, unas llantas de aleación de 17 pulgadas y los típicos rasgos distintivos de Abarth, con las carcasas de los espejos en un color diferente y las franjas laterales.
Bajo el capó tenía el conocido motor 1.4 Turbo T-Jet de Fiat, que producía 155 CV a 5.500 vueltas y 230 Nm de par, asociado a un cambio manual de seis relaciones, una configuración que le hacía pasar de 0 a 100 km/h en 8,2 segundos y alcanzar los 208 km/h.
Sin embargo, las cifras de prestaciones que proporcionaba la propia marca estaban infravalorados. En numerosas pruebas realizadas por la prensa especializada, se registraron aceleración de 0 a 100 km/h por debajo de los 8 segundos y velocidades máximas de hasta 215 km/h.
En cuanto al chasis, en el eje anterior utiliza una suspensión de tipo McPherson con barras estabilizadoras, mientras que en el eje trasero recurría a una barra de torsión. El esquema rebajaba la altura en 10 milímetros, con respecto al Gran Punto normal y era un 20% más rígido.
Para el sistema de frenada, utilizaba unos frenos firmados por Brembo, con pinzas rojas y discos ventilados de 305 milímetros en el eje delantero
El Abarth Punto Evo
En 2010 llegó una evolución del Gran Punto que consistió en un rediseño de la carrocería, aunque sin cambios notables, y una mejora en el equipamiento, además de mecánicas más eficientes y potentes.
Inspirado en el S2000 que participó en el Mundial de Rallys y en el IRC, entre otros campeonatos, Abarth hizo también su particular versión del Punto Evo, que mejoró en todo al modelo anterior.
Estéticamente, la marca italiana se centró en mejorar la aerodinámica: modificó los paragolpes para integrar nuevas tomas de aire, cambió el difusor, que ahora incluía luces de marcha atrás y los antiniebla traseros, la salida de escape ahora era doble y de mayor diámetro, haciendo un guiño a la historia de Abarth, y el alerón era más grande y del color de la carrocería.
Era un coche que evocaba claramente al mundo de la competición, como se reflejaba también en el interior, con materiales que recordaban al pavimento de los circuitos, como debía la marca en aquel tiempo. Del habitáculo, destacaba el cuadro de mandos realizado por Jeager, con relojes más grandes y una gráfica de inspiración deportiva.
Los asientos estaban tapizados con un tejido técnico con costuras en contraste en rojo y amarillo, los colores de la marca, aunque el cliente podía elegir opcionalmente unos de tipo baquet firmados por Sabelt.
Un auténtico escorpión
Vamos con el corazón de este pequeño escorpión. En esta ocasión, se trataba del nuevo motor Multiair que empezó a comercializar Fiat en aquellos años. Era un 1.4 con turbo Garret que entregaba 165 CV, 10CV más que su predecesor, gracias a la colaboración entre Fiat Powertrain y Abarth. Esta tecnología permitía aumentar la potencia y el par a la vez que reducía las emisiones.
El turbo aumentaba el par hasta los 250 Nm y hacía que el Abarth Punto acelerase de 0 a 100 km/h en 7,9 segundos. A pesar del incremento de potencia y par, los número de aceleración no eran muy diferentes del modelo anterior.
La electrónica permitía al conductor gestionar la potencia a través de dos modos: Normal y Sport. Según el modo escogido, la respuesta del motor variaba, así como los frenos y la dirección.
Mediante un selector al estilo ‘manettino’ de Ferrari, delante del cambio, se podía seleccionar uno de los dos modos de conducción (Torque Transfer Control), que actuaba como un bloqueo del diferencial, empleando el ESP y los frenos.
Para añadir más picante, Abarth lanzó el Punto Evo con el kit ‘EsseEsse’ equipado con el mismo motor, pero cuya potencia alcanzaba los 180 CV y 270 Nm de par y le permitía hacer el 0 a 100 km/h en 7,5 segundos.
Etiquetas: Grandes Historias
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