Coches míticos solo para verdaderos amantes del motor, Mini JCW GP

Las siglas JCW son reconocidas en el mundo del automóvil por cualquier aficionado. El Mini JCW GP es un coche que levanta pasiones, es un coche mítico solo para verdaderos amantes del motor. Un modelo de medidas muy contenidas con un motor que desarrolla una gran potencia en relación al peso. Algo que sumado a su puesta a punto consigue que el que se ponga a los mandos disfrute de una experiencia muy deportiva.

En sus tres generaciones, este modelo se ha caracterizado por su deportividad e impresionante agilidad. Es un coche pequeño, como decimos, y con potencia de sobra para poner en aprietos a reputados deportivos. Todo empezó con el Mini John Cooper Works GP R53, un coche que llegaría tras la presentación del nuevo Mini, el R50, a finales del año 2000. Unos seis años más tarde de la llegada del primer Mini de la nueva era llegaba una versión que rescataba el pasado en competición de la marca.

Sobre la base del MINI Cooper S se creaba el MINI John Cooper Works GP R53. Se trataba de un modelo homologado para la carretera con un carácter mucho más racing que el resto de la gama. Contaba con un motor capaz de generar 215 CV a 7.100 rpm y 250 Nm de par máximo a 4.600 rpm. Para conseguir esta potencia del bloque 1.6 litros se completaban modificaciones en el intercooler, en el sistema de escape y en la centralita del motor. Todo para conseguir una relación peso-potencia de 5,3 kg/CV.

En 2012 llegaba el Mini de producción en serie más rápido hasta la fecha. Se presentaba en el Salón del Automóvil de París de 2012, un coche que volvía a recurrir a una configuración biplaza y a un motor de 1.6 litros turboalimentado de cuatro cilindros. Este corazón era capaz de generar 218 CV a las 6.000 rpm y un par máximo de 260 Nm a las 1.750 rpm. Todo en un coche de solo 1.160 kg.

Montaba suspensión coilover que permitía modificar la altura en 20 milímetro, frenos con discos delanteros de 330 mm y llantas específicas de 17 pulgadas. Este nuevo Mini JWC GP fue llevado al mítico circuito de Nürburgring donde logró un tiempo de 8:23 minutos, unos 18 segundos más rápido que su antecesor. El 0-100 km/h lo hacía en solo 6,3 segundos.

Y por último, llegaba el Mini JCW GP F56, la última versión que llegaba en 2020. Era presentado en sociedad en el Salón del Automóvil Los Ángeles de 2019 y contaba con el motor más potente jamás utilizado en un vehículo de producción en serie Mini. Se trataba del cuatro cilindros y 2.0 litros con tecnología Mini TwinPower Turbo capaz de generar 306 CV de potencia entre 5.000 y 6.250 rpm y un par de 450 Nm a las 1.750 rpm.

Con 75 CV más que su predecesor el nuevo Mini John Cooper Works GP aceleraba de 0-100 km/h en solo 5,2 segundos y declaraba una velocidad máxima de 265 km/h. En su paseo por Nürburgring conseguía ser casi 30 segundos más rápido que su predecesor directo. Una leyenda forjada en el pasado y recordada en cada nueva generación.