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Coche de segunda mano por 1.000 euros, tres opciones que no implican tirar el dinero

Coche de segunda mano por 1.000 euros

Ármate de paciencia.

Con la subida de precios que ha experimentado tanto el mercado de nuevos como el de usados, intentar encontrar un coche de segunda mano por 1.000 euros es tarea casi imposible. ¿Hay algo que merezca la pena?

Vaya por delante el hecho de que tradicionalmente 1.000 euros ha sido un presupuesto bastante ajustado para hacerse con un coche de ocasión, aunque algo se podía “rascar”, pero que, en la actualidad, con la subida de precios que hay en el mercado, básicamente solo permite acceder a tartanas.

 

Eso sí, entre todos los hierros que hay que poco tienen que aportar y ajustando un poco las pretensiones, sí que es posible encontrar algo salvable, aunque siempre teniendo en cuenta que, con un margen tan estrecho, lo máximo a lo que se puede aspirar es a un parche que haga el apaño durante el tiempo que pueda, cruzando los dedos para que no se rompa nada.

En cualquiera de los buscadores de segunda mano es fácil encontrar un gran número de coches disponibles, superando ampliamente las 2.000 unidades repartidas por toda la geografía española. 

Eso sí, en términos generales tienen ciertas características en común:

  • Son siniestros o ejemplares que están a la venta simplemente para su despiece
  • Son modelos bastante antiguos, pues cuando tienen fechas recientes o son de usuarios despistados que se han equivocado, o son piezas de coches o son directamente traspasos de contratos de renting
  • Son coches que tienen muchos kilómetros a sus espaldas, raro es que uno que funcione tenga menos de 100.000 km en su haber

Teniendo esto claro no habrá sorpresas y es que con 1.000 euros de presupuesto es difícil encontrar un coche que este en buen estado, tenga un kilometraje reducido, sea moderno o esté equipado, mucho menos que combine varias de esas características.

Es por eso que hay que intentar enfocarse en alguna en concreto y “tirar” por ahí. Con esto en mente, vamos a daros tres opciones que conviene valorar, no coches en concreto, si no características que podrían hacer que ese coche de segunda mano barato merezca la pena (y quizá que os dure) más que otros.

Apuesta por el diésel

Como ya hemos visto, este segmento de mercado está repleto de vehículos que tienen muchos kilómetros a sus espaldas. Hemos hablado de que el mínimo son 100.000 km, pero no es lo más habitual, lo común es que superen los 200, 300 y 400.000 km, llegando en muchas ocasiones incluso a superar el medio millón de kilómetros.

Hablando de un uso tan amplio, no hay seguridad de que un coche usado vaya a aguantar el tipo durante mucho tiempo más, pero dentro de todos ellos, son los que emplean mecánicas diésel los que mejor capean tener que lidiar con tantos kilómetros.

Coche de segunda mano por 1.000 euros

Tienen una vida útil mayor que los gasolina y teniendo en cuenta que en general hablamos de coches bastante antiguos, suelen ser de una época en la que los motores solían ser más grandes e ir menos “apretados”, por lo que si hay alguna opción de que el coche te dure un tiempo, es con ellos.

Busca utilitarios

De nuevo, tengamos dos dedos de frente: si el precio es mínimo, cualquier coche que pertenezca a un segmento superior y valga menos de 1.000 euros lo mínimo es que tenga pegas de cualquier tipo, ya sea averías, kilometrajes enormes, defectos exteriores o interiores, etc.

Cuanto más pequeño sea, menor sería su precio original, así que aunque se haya devaluado, por lógica a igualdad de precio, un utilitario debería presentar mejores condiciones que una berlina o un monovolumen.

Lo mejor es que de este tipo de automóviles la oferta es realmente amplia, puesto que antes de que los SUV irrumpiesen en el mercado, la mayoría de vehículos que más se vendían en España eran bien utilitarios, bien compactos, que eran los modelos más asequibles.

Los modelos más vendidos, la mejor opción

Este punto es importante por dos factores. El primero es una cuestión de oferta y demanda: cuanto más común sea un vehículo y más unidades haya disponible, más baratos serán sus precios, y, con ello, habrá más posibilidades de que en el reducido presupuesto que manejamos haya algún ejemplar que no esté para el arrastre.

La segunda es el hecho de que, comprando a este precio, las probabilidades de que algo se rompa son bastante altas. En ese caso, lo que te interesa es que haya una amplia oferta de piezas para reemplazar lo que se averíe, algo que es mucho más probable si en su día el coche se vendió bien.

Así, optar por grandes conocidos de las carreteras españolas es lo más apropiado: generaciones antiguas del Seat Ibiza o del Renault Mégane, mitos como el Peugeot 206 o el Citroën Xsara, modelos que siguen activos a día de hoy como el Opel Corsa, alternativas como el Ford Fiesta, etc.

Etiquetas: Segunda mano

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