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5 razones por las que los salones del automóvil desaparecen

Si te parece muy fuerte tal afirmación, creo que deberías seguir leyendo las cinco razones por las que los salones del automóvil desaparecerán del universo del automóvil o por lo menos seguro que, tarde o temprano, tendrán que cambiar o reinventarse como suele decirse ahora.

Las cinco razones por las que los salones del automóvil desaparecerán te harán ver que los 'autoshows' están de capa caída, de hecho, casi desde que empezó este milenio. Como ejemplo, aunque quizá no tan significativo en el panorama internacional, está el otrora Salón Internacional del Automóvil de Madrid que, en los últimos 10 años ha pasado a solo Salón de Madrid, a alternar la cita con el Salón de Barcelona, luego a convertirse en un salón de coches ecológicos y, finalmente, a ser Madrid Auto, un evento ya casi exclusivamente comercial.

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¿Seguirán los grandes salones internacionales el mismo camino? Es bastante posible que sí, para empezar porque aunque pierdan interés para los fabricantes -luego te lo explico entre las cinco razones por las que los salones del coches desaparecerán-, siguen siendo un gran polo de atracción para el gran público y ese es un gancho demasiado grande para desaprovecharlo de cara a vender unos buenos centenares de coches. Y, aunque no compren -en el Salón de Madrid 2005 cada marca vendría en su stand más de 500 unidades en una semana-, siempre es un escaparate multimarca muy útil para los usuarios.

Pero el problema fundamental que se cierne sobre el futuro incierto de los salones del automóvil está en que a los fabricantes no les interesan ya tanto esta clase de usuarios. Por poner un ejemplo fuera del automóvil, las marcas de coches se comportan con sus clientes como lo hacen las de telefonía, salvando por supuesto una diferencia sideral ya que para los fabricantes sí es importante que el día que te vuelvas a comprar un vehículo, sea de la misma firma del que estás conduciendo, pero en todo caso lo que de verdad les interesa es atraerse nuevos clientes. Y sobre todo, hacerse con los millenials, que por ahora parecen bastante desinteresados en los coches.

1. Son caros

Estar presente en un gran evento tipo Salón de Ginebra tiene un coste mínimo para un marca de las 10 principales de cuatro millones de euros. Este presupuesto normalmente sale del departamento de comunicación y, ni qué decir tiene que, para ellos es el gasto más importante del año ya que cada nuevo lanzamiento tiene su presupuesto aparte asignado desde un inicio. Así, cuando la marca detecta que no tiene una cantidad de novedades suficientemente recientes pero ya desveladas, en los últimos tiempos este es un factor que les hace pensar en su ausencia de los salones, como ha pasado con la ausencia de Volvo o Ford en el Salón de París 2016.



2. Unas  novedades quedan sepultadas por otras

También se da un fenómeno curioso en esta tendencia hacia de los salones del automóvil hacia la desaparición: se producen una gran cantidad de novedades y, encima, muchos medios nos fijamos más en las frikadas del salón de turno, como puedes ver arriba. Esto hace que algún que otro lanzamiento importante no reciba el tratamiento que su marca cree que merece en el evento. Para evitar esto, en los últimos años, casi todas las firmas anticipen unas horas las primeras imágenes o se hagan un evento previo de presentación ante un grupo selecto de medios.



3. No interesan a quienes no les interesan lo coches

Quizá, este es el factor clave en todo el asunto: los millenials están más interesados en tener un tablet que un coche y, cuando les llega la edad de conducir, muchos prefieren hacerlo a través del car sharing o de una app colaborativa tipo BlaBlaCar. Esto hace que mucha gente de 20 años o menos no preste la más mínima atención a los salones del automóvil, lo cual es un problema serio y creciente para los fabricantes de coches, que ya han decidido na estrategia para atajarlo: convertirse en proveedores de movilidad. Esperemos que les salga bien.

4. Existen un montón de nuevas vías para llegar a los usuarios

Las redes sociales, pero sobre todo internet han hecho que cambien todo el proceso de decisión de compra de un coche. Hoy, antes de pensar en ir a un concesionario, la gente lee pruebas y comparativas, se mete en el recomendador de coches de AUTOBILD.ES y, finalmente, va al punto de venta a buscar una buena oferta. Lo mismo sucede con la información, en algunos casos ni siquiera somos ya los propios medios de comunicación el interlocutor de entre marcas y usuarios, lo cual vacía parcialmente de sentido y de contenido a los salones del automóvil.



5. Tampoco los coches ya no son lo que eran

En este siglo, el factor de compra más importante del coche han dejado de ser sus prestaciones y, en algunos casos, ni siquiera lo es ya su seguridad. Para los más jóvenes, lo más importante es su tecnología y su conectividad y, dentro de nada, lo serán sus capacidades de conducción autónoma y factores nuevos. Para mostrar todas esta tecnología, a veces compleja para los conductores más veteranos, lo mejor es llevarse la presentación de turno a un evento tipo CES de las Vegas, IFA de Berlín o Barcelona Mobile Congress que son, precisamente, los salones donde Ford ha puesto toda su carne a asar en los últimos años.

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