BYD Han, el serio problema que le ha salido en el Salón de París a Mercedes Benz

Hace mucho, pero que mucho tiempo que hablar de coches chinos dejó de ser hacer referencia a coches malos. La industria del país asiático ha crecido de manera enorme, sobre todo en lo referente a los coches eléctricos, y en el Salón de París lo ha dejado claro con la presentación de modelos como el BYD Han.

Y es que es el perfecto ejemplo de que el desembarco en Europa no busca solo conquistar los mercados a base de modelos de acceso más baratos que los de sus rivales europeos, no, también tienen propuestas para plantar cara a marcas premium, como Mercedes, o pioneras, como Tesla.

En el caso del Han, sus contrincantes más directos son modelos como el Mercedes EQE o el Tesla Model S, y el recién llegado cuenta con argumentos suficientes como para, como mínimo, plantarles cara y mirarles de tú a tú.

Es una berlina de 4.995 mm de longitud que presenta un diseño discreto y elegante, menos deportivo que el del EQE y con algo más de detalles que el del minimalista Model S. Pasa el test visual con creces.

Y el interior del coche eléctrico es el propio de un modelo de última generación, tanto en lo tecnológico (cuadro de instrumentos digital de 12,3 pulgadas y pantalla central de 15,6) como a nivel de materiales, empleando cuero para la tapicería, molduras de calidad, apliques metálicos, etc.

Por último, el apartado mecánico, que puede pecar de algo limitado puesto que solo está disponible en una versión, pero esta es de alto rendimiento y deja claro de lo que es capaz el modelo.

El BYD Han monta dos motores (tracción integral) que desarrollan una potencia de 517 CV y un par máximo de 700 Nm, acelerando de 0 a 100 km/h en 3,9 segundos y alcanzando una velocidad máxima de 180 km/h. Además, monta una batería de 85,4 kWh de capacidad y tiene una autonomía de 521 kilómetros.