BMW i3: los frenos que duran y duran
El BMW i3, el primer eléctrico de BMW, ha conseguido cautizar a un buen número de conductores. Desde su lanzamiento, en 2013, ha vendido más de 165,000 unidades en todo el mundo. Por ello, son muchos los conductores que cuentan sus experiencias, con miles y miles de kilómetros a sus espaldas. De todos ellos destaca uno, que demuestra que los frenos del BMW i3 duran y duran…
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El modelo de BMW va por su séptimo año de producción. Con tantos años en el mercado no es extraño que las primeras unidades comercializadas cuenten con un número de kilómetros importante. Pese a su naturaleza, la cual nos impide realizar largos trayectos sin recargar la batería limitando entonces el devorar kilómetros, hay muchos propietarios con más de 200.000 kilómetros. Una cantidad que nos permite sacar conclusiones.
La historia de Helmut Neumann es particularmente curiosa, pues el mismo propietario asegura que pese a haber recorrido con su BMW i3 más de 277.000 kilómetros, sigue contando con el equipo de pastillas y discos de freno originales. Todo gracias a la fuerte desaceleración con la que cuenta que el modelo utiliza como fuente de energía.
“Además del inmenso placer de conducir, el BMW i3 es simplemente un coche extremadamente económico. Esto se aplica tanto al consumo de energía como a los costes de mantenimiento”, dice Helmut Neumann, propietario de un BMW i3 desde 2014.
El BMW i3 parte desde un precio de 39.900 euros. Actualmente cuenta con dos versiones, una de 170 llamada i3 y otra de 184 CV que conocemos como i3s. En ambos casos monta una batería con una capacidad de 42,2 kWh que permite recorrer unos 260 km.
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