No imaginarás lo que piden por este adefesio con ruedas
Nacho de Haro
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Anota esta fórmula, que igual tú también puedes sacar un buen pico como el que espera obtener el dueño de este adefesio con ruedas: compra un Chevrolet Camaro de tercera generación por unos 5.000 euros, añade una tonelada de fibra a su carrocería e invierte muchas horas moldeándola hasta acabar con un vehículo más propio de una serie de dibujos animados que de la vida real. Una vez hecho esto, ponlo a la venta por -atento- unos 236.000 euros y espera a ver si algún despistado adinerado pica el anzuelo.
Nosotros lo decimos de broma, evidentemente, pero es que el propietario de este peculiar vehículo bautizado como DreamRider no. Él va muy en serio. Tanto que pide 250.000 dólares estadounidenses (unos 236.000 euros al cambio) por esta particular creación realizada artesanalmente en el garaje de su casa. Aunque pueda parecer un vehículo de película, no lo es, simplemente responde a los gustos y preferencias de su dueño, que no duda en afirmar que se trata de una verdadera obra de arte funcional.
Considerar que un coche sea bonito o feo es algo muy personal, depende de los gustos que tenga cada uno, aunque está claro que hay excepciones y un buen ejemplo podría ser este Chevrolet Camaro de 1984 transformado hasta límites insospechados. Si te fijas bien, verás que bajo esa montaña de fibra de vidrio que da forma a su carrocería se esconden todavía los paneles originales de este pobre ejemplar de la tercera generación del icónico ‘muscle car’ de Chevrolet. Si quieres tener pesadillas esta noche, aquí tienes el enlace del anuncio de venta original.
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Fuente: CarScoops
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