Las 6 situaciones más peligrosas que se puede encontrar un motero

Montar en moto es algo divertido y liberador, algo que va mucho más allá de desplazarse del punto A al punto B. Sin embargo, es uno de los transportes por carretera que más riesgo implica para el usuario, pues está expuesto y su seguridad es mucho menor que en un automóvil, por ejemplo. Éstas son las 6 situaciones más peligrosas que se puede encontrar un motero.

Muchas de ellas tienen que ver con el estado de la carretera y las sorpresas que puede haber ella, en la mayoría de los casos provocando una falta de tracción que puede ser fatal.

La primera es la gravilla. Circulando por asfalto, a la velocidad que sea, coger arena suelta es una mala situación, que se ve acrecentada sobre todo si vamos en curva, puesto que se puede perder la rueda delantera e ir al suelo, perder agarre al abrir gras y que se vaya de atrás, o que al frenar para acometer el giro la frenada se vaya larga.

Lo mismo ocurre en ciudad con las tapas de alcantarilla. Situadas por norma general en el medio de carril, no afectan a los coches, pero suelen ocupar la trazada de las motos. En recta tienen un pase, pero en curvas y rotondas pueden ser sinónimo de caída, sobre todo en casos en los que estén mojadas.

La lluvia es otro de los grandes peligros para los moteros. El aquaplanning es un riesgo para cualquier vehículo, pero una moto, con solo dos puntos de contacto con el asfalto, en caso de experimentarlo es bastante probable que se produzca una caída. Otras precipitaciones como la nieve o el granizo también son incómodas en este respecto.

Pero lo que se sitúa un punto por encima es el hielo. Se trata de algo que es difícil de percibir (sobre todo si se trata de huelo negro) y una vez se entra en contacto con él nada se puede hacer más que cruzar los dedos y rezar. Con mucha suerte será en un tramo recto y corto, y pasarás por encima sin problema, pero con la moto vaya ligeramente inclinada, malo.

La interacción con otros usuarios de la vía también puede suponer ciertos peligros. El más conocido es el de los puntos ciegos: las motos no ocupan mucho espacio y es fácil caer en los ángulos en los que el conductor de un coche o camión no ven, por lo que si hacen una maniobra de cualquier tipo, hay riesgo.

Hay que señalar que actitudes como ir entre carriles hacen que estas situaciones sean más peligrosas, por lo que resulta conveniente ir siempre por la mitad del mismo sirve para curarse en salud, dentro de lo posible.

Por último, cualquier evento que ocurra de manera imprevista puede tener un considerable efecto negativo sobre un motorista. Un animal que se cruce en una carretera secundaria, un niño que salga a la carretera en ciudad, etc., conllevará una frenada brusca que en muchos casos acabará con el piloto en el suelo y sufriendo lesiones para evitar el choque.