En el centro de Bangkok, donde el tráfico no brilla por su ausencia, se alza una colosal estructura: la autopista elevada Bang Na Expressway. Con sus 55 kilómetros de longitud, ostenta el título de puente de carretera más extenso del mundo, lo cual le coloca en el séptimo puesto del ranking general, sólo superado por algunos viaductos ferroviarios.

Un viaje a través del tiempo: así fue cómo se construyó 

Su historia se remonta a la década de 1980, cuando empezaron a haber signos de congestión de vehículos y, en definitiva, mucho tráfico en Bangkok. Esto se convirtió en un gran problema, por lo que se pensó en la construcción de una autopista elevada como solución para aliviar el tráfico de las carreteras. 

El proyecto se prolongó durante cuatro años (1995-2000), y supuso un titánico esfuerzo. Se necesitaron 2,3 millones de metros cúbicos de hormigón, una cantidad equivalente a 25 veces la utilizada en el Empire State Building. 

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Asimismo y para dar forma a su estructura, se emplearon 450.000 toneladas de acero, el material suficiente para construir 65 Torres Eiffel. La base sólida del puente se cimentó, como decimos, con esos 2,3 millones de metros cúbicos de cemento, que se hunden hasta 30 metros bajo tierra. 

Un ejército de más de 10.000 trabajadores altamente cualificados trabajaron día y noche durante cuatro años para dar vida a este gigante de la ingeniería. La inversión superó los 7.800 millones de euros, una cifra que refleja la magnitud del proyecto y la apuesta del gobierno tailandés por el desarrollo de infraestructuras modernas.

Más que un puente, una arteria vital para la ciudad

El Bang Na Expressway no sólo ostenta el récord de longitud, sino que también impresiona por su altura y anchura. Sus 20 metros de altura permiten que el tráfico urbano fluya sin interrupciones por debajo, mientras que sus 30 metros de anchura albergan seis carriles, tres por cada sentido, capaces de canalizar un flujo constante de vehículos. 

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Una red de 22 puntos de entrada y salida facilitan la conexión entre diferentes zonas de la ciudad. Esta red de conexiones convierte al Bang Na Expressway en una arteria vital para el transporte de Bangkok, especialmente para los residentes de los distritos de Bang Na y Bang Pakong, que ahora pueden desplazarse con mayor rapidez y comodidad.

Desde su inauguración el 30 de junio de 2011, el Bang Na Expressway ha generado un impacto positivo en la ciudad. Se calcula que ha logrado reducir el tiempo de viaje en un 40%, permitiendo a los conductores ahorrar tiempo valioso e incrementar su productividad. 

La disminución de la congestión en un 30% ha mejorado la calidad del aire y reducido la contaminación acústica, contribuyendo a un entorno más saludable para los residentes de Bangkok. Además, se estima que la autopista elevada genera un ahorro de combustible de 2 millones de litros al año, lo que representa un impacto positivo en el medio ambiente y la economía tailandesa.

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Un símbolo del progreso tailandés

Más que una simple carretera, el Bang Na Expressway es un símbolo del progreso y la modernidad de Tailandia. Su construcción ejemplifica la capacidad del país para afrontar grandes desafíos, desarrollar soluciones innovadoras a los problemas de tráfico y ejecutar proyectos de gran envergadura.

A pesar de que ya no cuenta con el título de la estructura más larga del mundo, el legado del Bang Na Expressway sigue siendo imborrable. Sin duda, esta obra seguirá fascinando tanto a los locales como a los visitantes por muchas décadas más. 

De esta forma, el reconocimiento internacional no ha tardado en llegar. El Instituto Americano del Concreto galardonó al Bang Na Expressway con el Premio al Mérito de Ingeniería del Año. Un año después, la revista especializada Engineering News-Record la reconoció como el Mejor Proyecto de Infraestructura de Transporte del Año.