¿Volverá Briatore a la Fórmula 1?

En 2009 se destapó uno de los mayores escándalos de la historia, por una carrera ganada por Fernando Alonso el año anterior... y que costó la expulsión indefinida a su entonces jefe, Flavio Briatore. La sentencia fue anulada en 2010 y ahora hay rumores de todo tipo sonbre una la posibilidad de que vuelva Briatore a la F1.

Dicen que donde mejor se ve la F1 es en la televisión, pero a veces, las claves de cada prueba están muy alejadas de las cámaras. El GP de Singapur de 2008 es un buen ejemplo, porque su verdadero desenlace tuvo lugar un año después de que los pilotos cruzaran la bandera a cuadros, y con más sombras que luces, a pesar de la potente iluminación del que se convertiría en el primer GP nocturno del calendario: ganó Alonso, pero la alegría de su jefe de filas, Flavio Briatore, se iba a apagar tras ser acusado de inducir el accidente que determinó el resultado, y el fin de su propia carrera deportiva como team manager... ¿para siempre? Puede que no. ¿Volverá Briatore a la Fórmula 1?

Briatore y Alonso celebran con el equipo el triunfo en el polémico GP de Singapur de 2008.

En aquel entonces, el Consejo Mundial de la Federación Internacional del Automóvil (presidida por Max Mosley, enemigo de Flavio) decidió suspender durante cinco años al ingeniero responsable de estrategia de Renault, Pat Symonds, y expulsar de la F1 "de por vida" a Briatore. La sentencia fue anulada por la justicia francesa en 2010 y ahora, los rumores apuntan a un posible regreso del gran capo, ligado, quizás, de nuevo al mismísimo Alonso. ¿Por qué?  

El popular playboy italiano de gafas azules -conocido por sus extravagancias y sus espectaculares acompañantes femeninas- era hasta hace cinco años una de esas figuras intocables del Gran Circo, un filón inagotable de espectáculo dentro y fuera de la pista, algo siempre goloso para los intereses mediáticos y económicos de Ecclestone.

Por eso, casi todos lo extrañan. En lo estrictamente deportivo, Alonso no ha dudado en declarar hace unas semanas -informaba Automotive News- que "Briatore podría ayudar mucho a la nueva F1", porque "es brillante, tiene ideas ganadoras y siempre sabe cómo resolver los problemas". Frente a esta declaración no hay olvidarse de la situación que atraviesa Ferrari, sobre todo tras la muerte de Emilio Botín, el gran patrocinador de la Fórmula 1, y teniendo en cuenta que Montezemolo deja Ferrari y llega Marchionne.

Briatore: del escándalo a... ¿Ferrari?

El último capote de Fernando no es gratuito. Briatore había sido el mentor de Michael Schumacher en sus años de Benetton, así como el de Fernando Alonso, la joven promesa que el italiano no había podido retener en Renault tras ganar juntos el Mundial Pilotos y Constructores en los años 2005 y 2006.

Después del decepcionante paso por McLaren del asturiano en 2007 (donde el propio equipo frenó sus aspiraciones de ganar su tercera corona en favor del debutante Hamilton -lucha interna que sirvió en bandeja el título a Räikkönen-), Alonso había decidido volver a las órdenes de Flavio en Renault en 2008, un combinado del que el español esperaba encontrar más cariño que prestaciones. Y así fue.

El monoplaza no era ni la mitad de competitivo que en 2005 y 2006, pero no había muchas más opciones, y estaba claro que Flavio, su protector en el bienio glorioso, no iba a cometer la torpeza de cuestionar su liderazgo, como sí había hecho Ron Dennis en McLaren con su nuevo compañero. De hecho, esta vez su escudero (con todas las letras) iba a ser un novato que acabaría demostrando más nombre y apellido para buscar patrocinadores que cualidades al volante: Nelson Piquet Jr, hijo del campeón del Mundo de 1981, 1983 y 1987.

En 2008, 'Nelsinho' Piquet llegó como segundo piloto en el equipo Renault ING Team, donde había sido probador desde 2006. En cuanto el equipo prescindió de él en agosto de 2009, Piquet acusó a Briatore y a Symonds de ordenar su accidente en Singapur para ayudar a Alonso.

La temporada 2008 arrancó de forma mediocre, como se preveía, y Alonso volvió a exprimir su bólido todo lo que pudo, hasta que en la carrera de Singapur obró el milagro. Fue una prueba loca y ni al más retorcido analista se le ocurrió entonces pensar que Piquet se hubiera estrellado intencionadamente. Sin embargo, el escándalo (el crash-gate), pareció reforzar aún más la relación de Fernando con su jefe, porque Flavio nunca quiso implicar a su piloto y se marchó junto a Symonds para evitar también una sanción a Renault.

Con el buen sabor de boca de entonces, el hecho es que Alonso paladea hoy algo mucho más amargo, un coche dirigido desde el muro por jefes de Equipo anodinos (Domenicali y Mattiacci) y lo que es peor, fruto de la errática estrategia de un fabricante "que no solo tiene que ser rentable [como es], sino que también debe ganar carreras".

El autor de la cita no es un piloto, sino el propio Sergio Marchionne, consejero delegado del Grupo Fiat-Chrysler, y que, con la paciencia agotada por el último desastre en Monza, acaba de sustituir a Montezemolo en la presidencia de Ferrari, para impulsar una renovación total. Además, allí saben que Italia idolatra a Briatore y traerlo podría ayudar a retener en Maranello a su otra gran baza para resurgir de las cenizas: Fernando Alonso.

Cronología de la polémica carrera

Clasificación. Fernando Alonso comenzaba 'en grúa' un fin de semana que sería muy recordado hasta hoy