Comparativa: Volvo XC40 vs BMW X1

¿Qué significa aquí pequeño? Desde luego, al volante del Volvo XC40 ese adjetivo ni se te pasa por la cabeza. Voy elevado, con una gran pantalla y refinados asientos de cuero. En el BMW X1 pasa un poco lo mismo. Es pequeño, pero no de sensaciones. Los enfrentamos por primera vez. Comparativa: Volvo XC40 vs BMW X1.

En estos dos coches se da una situación curiosa. Son de formato reducido, pero desprenden prestigio y exclusividad. De alguna manera, arrastran la misma imagen de marca de sus hermanos mayores, el Volvo XC60 y el BMW X3. El Volvo XC40 ofrece espacio suficiente para una familia de cuatro cabezas. Y en las plazas traseras, se pueden realizar viajes largos sin acusar fatiga.

VÍDEO: El XC40 al detalle

Pero a la hora de cargar el equipaje, se acaban las alegrías: tiene un maletero más pequeño que su rival, y cubica de 460 a 1.336 litros. El BMW X1 admite de 505 a 1.550, o lo que es lo mismo: una buena maleta más. Y la capacidad máxima de carga del Volvo solo llega a 426 kilos, que se alcanzan con facilidad en una vacaciones de esquí.

Una pena, porque el XC40 no aspira a ser un coche de capricho, sino un transporte con todas las de la ley. Una pena que el asiento del copiloto no se pliegue para poder llevar objetos largos. La consola central tiene el típico 'look' Volvo, que entra muy bien. No así el manejo de la pantalla táctil del infotainment, algo engorroso. En esto, el BMW se pone por delante, ya que exige desviar mucho menos la vista de la carretera. Controlador circular, botones y submenús de navegación intuitiva.

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Al volante. Volvo XC40 vs BMW X1. (9 imágenes)

Potentes diésel

Los dos coches llevan motores diésel de dos litros y 190 CV, con AdBlue, tracción integral y cambio automático de ocho velocidades. El rodar del BMW es algo más vivo, ya que el Volvo es algo más pesado. "La nueva plataforma CMA que hemos desarrollado con Geely no admite construcción en aluminio", nos cuenta un ingeniero de la marca. El diésel será la primera opción, hasta que llegue en 2019 una variante híbrida con gasolina. El consumo es bastante contenido: según el ordenador de abordo del XC40, en el día a día es complicado pasar de los siete litros.

La conducción del BMW X1 20d es muy fluida. El dirección responde rápido y con precisión, y los 1.625 kilos se mueven con agilidad. En esto ayuda al amortiguación adaptativa opcional, que al menos en modo Confort, suaviza un chasis que en general es bastante firme. Un pequeño consejo: elige las llantas de 18 en lugar de las de 19 de nuestra unidad de prueba. Ganarás en confort, y a este coche no le sobra.

El Volvo prima el confort

El Volvo tiene un planteamiento más suave. No mantiene los elevados ritmos del BMW con la misma agilidad, su dirección es considerablemente más blanda, y en cambios fuertes de apoyo echamos de menos la precisión del X1. En las curvas balancea bastante, y sus llantas de 19 pulgadas son muy bonitas, pero generan una respuesta seca sobre irregularidades. Todo esto no significa que el Volvo tenga un mal comportamiento. Pero su enfoque, con un cambio automático que inserta sin que apenas lo notes, es el de aislar al máximo a sus ocupantes del estrés exterior, y ofrecerles viajes cómodos. Y sin preocupaciones: sus frenos automáticos no solo reconocen a otros coches, sino también peatones.